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Cuenta pendiente: créditos hipotecarios

Por: María Iglesia

Según un estudio privado, para adquirir hoy una vivienda hay que tener ingresos de 11.000 pesos.
Según un estudio privado, para adquirir hoy una vivienda hay que tener ingresos de 11.000 pesos.

Con la llegada de Mercedes Marcó del Pont como presidenta del Banco Central y tras los pedidos que hizo la flamante titular de la entidad monetaria a banqueros de “volcar el crédito a la economía real”, surge una de las principales cuentas pendientes en materia de estímulo al crecimiento de un país: el fomento del crédito hipotecario.

Luego de la crisis de fines de 2001, estos préstamos no llegaron a arrancar del todo. Si bien tuvieron una suba entre 2007 y 2008, que llegó a su pico a mediados de ese año, el estallido de la crisis internacional con la quiebra del banco de inversión Lehman Brothers en julio de 2008 hizo que saltaran las tasas de interés, lo que provocó un quiebre en el incipiente proceso de otorgamiento de estos créditos.

Desde ese momento y hasta mediados del año pasado, los préstamos para adquirir viviendas cayeron en picada. El gobierno buscó, mediante la utilización de los fondos previsionales de la Ansés, estimular este alicaído mercado el año pasado con la oferta de algunas líneas desde el Banco Hipotecario. Sin embargo fue menor el efecto que tuvo en el mercado, además de que quienes pudieron acceder a estos créditos debían contar en ese momento con ingresos de alrededor de 8.000 pesos, por lo menos, para que cerraran las cuentas entre las tasas de interés (de casi el 20 por ciento anual) y los bajos ingresos.

Según un estudio de un medio especializado en el mercado de “real state”, Reporte Inmobiliario, hoy para adquirir una vivienda hay que tener ingresos mensuales por 11.000 pesos. El cálculo surge de suponer que un departamento usado en Capital Federal de 60 metros cuadrados vale, en promedio, 78.000 dólares. Si se estima que el préstamo es a 15 años y que a su vez permite cubrir el 70 por ciento del precio total del inmueble a una tasa nominal anual (TNA) de 15,2 por ciento, la cuota que se deberá afrontar por mes será de 3.413 pesos. Y, como la mayoría de las entidades a la hora de otorgar el crédito hipotecario ponen como condición que la cuota no represente más del 30 por ciento de los ingresos del solicitante, se llega a que es necesario cobrar 11.377 pesos por mes para poder pagarla y, por ende, acceder al préstamo.

Según los datos de la última Encuesta Permanente de Hogares (EPH) elaborada por el Indec, sólo el 10 por ciento más rico de la población percibe ingresos superiores a 6.200 pesos por mes. En este escenario, son más las familias que quedan por afuera que las comprendidas en la posibilidad de acceder al crédito para adquirir una vivienda.

Actualmente las principales líneas que existen, además de la del Banco Hipotecario (aunque disminuyó en los últimos meses la oferta), son las del Banco Ciudad (de Buenos Aires), del Santander-Río, BBVA-Francés y el Credicoop. Sin embargo, en la mayoría de los casos son a plazos inferiores a 15 años y por tasas de interés variables, superiores al 20 por ciento.

Si se quiere ver el vaso medio lleno, la baja de interés que se produjo en el mercado internacional, cuando pasó lo peor de la crisis, sumada a la confianza en la plaza local (más allá de las turbulencias que provocó el “conflicto Redrado”), se tradujo en que las tasas de interés empezaron su tendencia a la baja. Así, los bancos se preparan para relanzar algunas líneas, según prometen, a tasas inferiores al 20 por ciento anual.

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