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Deshielo

Cuba: Obama volvió a pedir fin al bloqueo

Reclamó al Capitolio por “política fracasada”. Volverán los vuelos regulares.


El presidente estadounidense, Barack Hussein Obama, pidió nuevamente ayer al Congreso levantar el embargo a Cuba, el mismo día en que se restablecieron los vuelos regulares entre los dos países, al cumplirse un año del inicio de la reaproximación entre Washington y La Habana.

Hace exactamente un año, Obama y su par cubano Raúl Castro sorprendieron al mundo al anunciar simultáneamente que sus gobiernos habían decidido quitarse los guantes luego de medio siglo de enfrentamientos para iniciar un proceso de restablecimiento de relaciones diplomáticas.

Obama celebró ayer el primer aniversario de ese delicado proceso con una nota oficial en que llamó al Congreso estadounidense a poner su grano de arena iniciando el desmonte del embargo de cinco décadas a la isla antillana.

“El Congreso puede contribuir a una vida mejor para los cubanos levantando el embargo, que es el legado de una política fracasada”, apuntó Obama en su nota, poniendo nuevamente la presión sobre el poder legislativo.

El embargo comercial y financiero estadounidense a Cuba, en vigencia desde hace medio siglo, se apoya en un complejo enmarañado legal y burocrático codificado en ley, cuyo desmonte estará en manos del Congreso.

Sin embargo, con sus dos cámaras dominadas por el opositor partido Republicano, el Congreso no ha dado ninguna señal de que esté interesado en iniciar el delicado proceso de desarme del embargo.

Acuerdo sobre vuelos regulares

Al inicio de la jornada, el Departamento de Estado y la embajada cubana en Washington habían anunciado un acuerdo bilateral que permitirá restablecer los servicios aéreos regulares entre los dos países después de 50 años.

El acuerdo habría sido alcanzado en la tarde del miércoles pasado, pero el anuncio fue formulado ayer para que coincidiera con el primer aniversario de la reaproximación.

La embajada cubana en Washington informó que las partes “acordaron de forma preliminar el texto de un Memorando de Entendimiento para el establecimiento de los vuelos regulares”, cuya adopción “se confirmará en los próximos días por ambos gobiernos”.

La legislación estadounidense vigente aún prohíbe los viajes de turismo a Cuba, pero abre la puerta al otorgamiento de licencias especiales cuyos criterios se han flexibilizado desde enero de este año.

Empresas aéreas estadounidenses ya manifestaron desde el inicio del proceso de acercamiento bilateral su interés en un acuerdo sobre vuelos regulares, atraídas por el enorme potencial de negocios.

“Estamos listos para ofrecer enlaces fijos tan pronto Estados Unidos y Cuba permitan los vuelos comerciales”, dijo en agosto Art Torno, vicepresidente de American Airlines, empresa que opera 22 vuelos chárter semanales a Cuba desde Miami, Tampa y Los Ángeles.

Las firmas JetBlue y United Airlines, que operan vuelos chárter desde Nueva York y Newark a Cuba, también están vivamente interesadas en un acuerdo de este tipo.

Algunas cosas que ya cambiaron en la isla

En Cuba, los negocios se dispararon desde el inicio del histórico acercamiento entre los gobiernos de Washington y La Habana con bares, hoteles y restaurantes llenos, y un sector de turismo que espera cerrar el año con aumento del 17,6 por ciento, para unos 3,2 millones de visitantes extranjeros.

Pero este auge no beneficia aún a gran parte de los cubanos que debe lidiar con carencias en su vida cotidiana. Peor aún, el acercamiento provocó en los últimos meses un aumento dramático de las salidas de los cubanos hacia Estados Unidos (más de 78 por ciento en un año, según el Instituto Pew Research Center).

La mayoría de esos emigrantes teme por la derogación en Estados Unidos de la ley de Ajuste Cubano, que desde 1966 otorga a los cubanos un trato privilegiado de residencia y facilidades laborales.

El nuevo contexto diplomático permitió a Cuba recobrar su atractivo económico, intensificar su acercamiento con la Unión Europea (UE) y hasta logró renegociar su deuda con el Club de París, que aceptó condonarle una buena parte de los créditos. En Cuba, el principal cambio en política puede salir del VII Congreso del Partido Comunista (único), a realizarse en abril de 2017.

Muy esperado, el Congreso debe propiciar la salida de la vieja guardia partidista y dar el visto bueno a una nueva ley electoral para los comicios generales de 2018, tras las cuales Raúl Castro ha anunciado que dejará el poder.

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