Luciana Mangó
Ir a vivir a las afueras de Rosario significó para muchas familias la posibilidad de llegar a tener la casa propia, en particular cuando los créditos hipotecarios estuvieron en alza. También fue la elección de muchos que prefirieron cambiar el departamento del centro por la tranquilidad de una casa con espacios verdes. Pero el costo de esa decisión se está haciendo cada vez más pesado. Es que en el último año el viaje de todos los días a trabajar a Rosario fue impactando cada vez más en el bolsillo. El boleto del transporte interurbano lleva acumulado cerca de un 65 por ciento de aumento en lo que va de 2019. Y representa cerca de un tercio de un salario mínimo. Para los empleados, el colectivo dejó de ser una opción económica. La encrucijada se agiganta al observar que usar el auto es aún más caro.
Costoso
Luciana vive en Funes con su marido y su hija desde hace dos años. Viaja todos los días a trabajar y lleva su hija al jardín en Rosario. Se mudó un día antes de la tragedia de Monticas, en febrero de 2017, donde murieron 13 personas después del choque de dos micros de esa empresa. Recuerda que desde entonces el servicio nunca fue reestablecido.
En la actualidad viaja a través del 133 o del 142, y paga 43.60 pesos por viaje. Asegura que las frecuencias son malas y que durante la semana tiene que esperar hasta 20 minutos en la parada. “Cuando están atrasados van hasta la punta de línea y doblan directo hacia la ruta sin pasar por las paradas”, dijo Luciana y apuntó a la escasez de los puntos de venta para recargar la tarjeta Movi. “Hay quioscos que no cargan más de 100 pesos. Te alcanza para el día. Pero allá no valen los viajes plus”, agregó.
Para ella y su familia, sacar el auto de la cochera es una opción poco frecuente ya que invierten 120 pesos de nafta para ir y volver. “Me voy a comprar un helicóptero a ver si me sale más barato”, dijo entre risas.
A San Lorenzo
Germán vive en San Lorenzo. Gasta cerca de 10 mil pesos por mes en nafta entre él y su pareja para viajar a trabajar a Rosario todos los días. “El pago mensual es gigantesco, más teniendo en cuenta que los dos viajamos para trabajar. En algunos casos los costos de transporte de mi esposa superan el monto que recibe de viáticos”, aseguró Germán, y dijo que evalúa pasar el auto a gas para abaratar.
Con su familia están acostumbrados a tener actividades en Rosario y a viajar seguido, pero en el último año el gasto de transporte se transformó en un problema ya que representa cerca del 15 por ciento de los ingresos mensuales.
“Calculamos qué hacemos y qué no según cuánto haya que gastar de combustible para no abonar de más. Antes el precio del transporte no era un factor determinante para planificar nuestra vida, pero con los sucesivos aumentos pasó a serlo. Tomando el colectivo tampoco lo resolvés porque entre los dos gastaríamos 300 pesos por día”, agregó.
Daniel vive en Roldán con su esposa y sus hijos. Desde el lunes paga 186 para ir y venir a Rosario a trabajar. Si usa el auto le cuesta 250 pesos de nafta por día. “El boleto del colectivo se fue por las nubes. Se hace difícil pagarlo todos los días”, aseguró.
Otra historia es la de Irene, que vive en Granadero Baigorria y desde hace un año dejó el auto en la cochera para subirse al colectivo. Gasta un tanque por semana, que le cuesta cerca de 2 mil pesos. Mientras que abonar el boleto le implica unos $4 mil por mes.
“En auto no te conviene, pero con los aumentos el colectivo se fue muy caro también”, opinó.
Acumulado
Desde este domingo, el transporte interurbano en Rosario y la región subió un 23 por ciento para los servicios de media y larga distancia de toda la provincia de Santa Fe.
Es el segundo ajuste del boleto en 2019. El primero fue en febrero cuando aumentó un 35 por ciento, por lo que la suba total acumulada del pasaje, en lo que va del año, supera el 65 por ciento.
El Ministerio de Infraestructura y Transporte de Santa Fe indicó que el nuevo cuadro tarifario está basado en el aumento de precio de insumos, combustibles, y repuestos. También por la recomposición salarial de los trabajadores, teniendo en cuenta que Nación eliminó los subsidios al sector.
La nafta
A principio de mes el resto de las empresas de combustibles siguieron el camino que había trazado YPF. Aumentaron 2.5 por ciento las naftas y 1,75 por ciento el gasoil.
El alza había sido morigerada por la decisión del gobierno nacional de aplicar una parte de lo que correspondería del impuesto a los combustibles líquidos.
Sin embargo, las firmas no pudieron evitar que el crecimiento del precio internacional del crudo Brente y demás líquidos con los que cortan las naftas y el diesel llevaran a una nueva suba. Sin estos últimos datos, un grupo de técnicos del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (Ceso) hicieron un informe sobre el tema recientemente.
Contaron que desde diciembre de 2015 hasta abril de 2019 creció un 240 por ciento en promedio el costo de los combustibles. Durante lo que va del año el aumento promedio en Santa Fe fue de 16,5 por ciento. Mientras que el precio del gasoil creció en promedio un 17 por ciento. Desde el centro de estudios insistieron que los aumentos están motorizados por la devaluación y el crecimiento del precio internacional del petróleo.
Comentarios