La canciller alemana, Angela Merkel, expresó ayer que con “la noche de los cristales rotos”, de la que el próximo 9 de noviembre se cumplen 75 años, Alemania tocó “fondo”, y lamentó que todavía no logren erradicar el antisemitismo.
La jefa del Gobierno alemán dedicó su habitual mensaje de los sábados a la serie de pogroms y ataques que ocurrieron en Alemania y Austria en la noche del 9 al 10 de noviembre de 1938 contra ciudadanos judíos, sus propiedades (principalmente tiendas) y sus sinagogas, orquestados por el partido nazi.
Merkel, que enmarcó estas acciones dentro de “la fase más oscura de la historia alemana”, abogó por mantener una “exhaustiva cultura del recuerdo” en su país, para no olvidar los crímenes del nacionalsocialismo y para combatir el racismo y el antisemitismo.
A su juicio, es importante la prevención y el recuerdo para cuando no queden testigos presenciales de las violaciones de los derechos humanos en el Tercer Reich y del Holocausto.
La Canciller reconoció que el objetivo de erradicar el antisemitismo en Alemania aún no se logró y consideró “casi imposible de explicar, pero cierto” que al día de hoy en su país “no pueda haber ninguna institución judía sin protección policial”. “Aún no se alcanzó el objetivo de que no haya más tendencias antisemitas en Alemania”, aseguró Merkel.
Este pasado no le impide al gobierno alemán disentir de forma “legítima” con ciertas políticas del Estado de Israel, argumentó la canciller, pese a que subrayó que la seguridad de este país forma parte de la política de Berlín.
Ambas conmemoraciones llevaron a la Canciller a apuntar que Alemania debe ser siempre “consciente” de su pasado para preparar de forma “responsable” el futuro.
Por la conmemoración del 75 aniversario de “la noche de los cristales rotos” habrá decenas de actos a lo largo de esta semana en toda Alemania.
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