La presidenta Cristina Fernández de Kirchner votó pasado el mediodía de hoy en la ciudad de Río Gallegos y tras compartir un almuerzo con su hijo Máximo Kirchner y su familia, regresó en el avión Tango 01 a Buenos Aires.
La jefa de Estado emitió su voto en la capital de la provincia de Santa Cruz, donde además –en diálogo con la prensa– destacó los logros alcanzados durante los últimos 12 años y valoró el crecimiento del país en dicho período.
También habló de las campañas malintencionadas realizadas en los últimos días de campaña. “Quedó tan evidente y grosero, a la vista de toda la sociedad, que hubo una campaña sucia; hay que superar esas prácticas”, aseveró la mandataria luego de votar en la mesa 567 de la Escuela Nuestra Señora de Fátima, de la ciudad de Río Gallegos.
También afirmó que la llena de “mucho orgullo y de mucha tranquilidad como militante” que las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias de cara a las elecciones generales de octubre próximo se estén desarrollando “en estas condiciones de paz y tranquilidad, con las variables e índices sociales que nos marcan primeros en Latinoamérica”.
“Falta mucho por hacer pero tengo la tranquilidad de haber puesto todo lo que había que poner y más”, subrayó la mandataria.
Luego de almorzar con su hijo Máximo, quien se presenta como precandidato a diputado nacional por Santa Cruz, la jefa de Estado volvió a Capital Federal. A las 18:40 arribó al sector militar del aeroparque metropolitano a las 18.40, a bordo de avión Tango 01, acompañada del secretario de Legal y Técnica de la Presidencia, y precandidato a vicepresidente por el Frente para la Victoria, Carlos Zannini, y otros funcionarios.
De inmediato la jefa de Estado se trasladó a la residencia de Olivos, desde donde mantendrá conversaciones con colaboradores personales y desde allí seguir las alternativas de las elecciones primarias junto a su hija, Florencia Kirchner.
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