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No cuaja

Crisis de Sancor golpea a Centeno

Los 65 trabajadores de la planta ubicada sobre la ruta nacional 34 cobran sus salarios en tres cuotas y el rumor de cierre preocupa a la localidad del departamento San Jerónimo. Aseguran que escasea la leche para seguir produciendo.


La crisis que atraviesa el sector lechero llegó a la industria. Tras el anuncio de cierre de la planta de La Serenísima en Rufino programado para julio, los problemas económicos de Sancor mantienen en vilo a los 65 trabajadores de la fábrica ubicada en la localidad de Centeno, en el departamento San Jerónimo, a unos 100 kilómetros de Rosario.

La planta de Centeno fabrica el queso muzzarella. Al ser una fábrica chica, el rumor que está instalado en esa localidad de 3.500 habitantes es que la empresa –que se presenta como una asociación de cooperativas– intenta mudar la producción a una de sus instalaciones industriales más grandes, ubicadas en las ciudades de Rafaela y Sunchales –en esta última se encuentra la casa central–.

Sin embargo, el tema se maneja con mucho hermetismo, tanto desde Sancor como de la seccional Gálvez de gremio Atilra, de la que depende la subseccional Centeno.

Según afirmaron a El Ciudadano fuentes del grupo de empleados, la empresa está pagando los salarios en tres cuotas y adeuda parte de enero. Los trabajadores creen que Sancor está esperando un crédito para despedirlos, pagar las indemnizaciones y cerrar la planta ubicada sobre la ruta nacional 34.

Pero el inconveniente no es sólo económico. Los tambos de Centeno y alrededores, que entregan leche a Sancor, están desapareciendo. El poco dinero que recibe el tambero por cada litro y las inundaciones que el año pasado causaron estragos en toda la provincia de Santa Fe generaron un combo que dinamitó la producción y la planta de Centeno se quedó casi sin leche para fabricar la muzzarella.

Ante la falta de información por parte de las autoridades de Sancor, la incertidumbre crece en las 65 familias que dependen de la fábrica; pero también en todo el pueblo, ya que esta industria es la principal fuente laboral de Centeno, junto con la actividad agrícola. “Si cierra, será un duro golpe para el pueblo entero, esta fábrica es lo que le da vida a nuestra localidad”, comentó uno de los trabajadores que prefirió el anonimato.

A pérdida

Sancor atraviesa una grave crisis financiera que, si bien en plantas pequeñas como la de Centeno puede tener funestas consecuencias más rápido, mantiene expectante a los más de 4 mil obreros que emplea en todo el país.

La empresa, una de las principales de la Argentina en su rubro, gestiona un crédito por 450 millones de dólares, lo que representaría una solución temporal. Sin embargo, también circula que la idea de sus autoridades es venderla.

La historia reciente señala que, en junio de 2016, la compañía decidió vender su negocio de postres, flanes y yogures, por un total de 100 millones de dólares al grupo agroindustrial Vicentín.

De acuerdo con el balance del año fiscal cerrado el 30 de junio de 2016, la empresa sufrió pérdidas por aproximadamente 2.400 millones de pesos, contra un saldo negativo de 400 millones del año anterior.

Además, Sancor libró cheques sin fondos a proveedores por 280 millones de pesos, de los cuales 17,5 millones ya fueron levantados con nuevos cheques de pago diferido, según registros del Banco Central.

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