Un hombre de 31 años fue imputado como uno de los autores de los disparos que terminaron con la vida de Enrique Alberto “Chicho” Candia, el joven de 27 que llevaba tobillera por contar con prisión domiciliaria y resistió a los tiros el ataque el 22 de diciembre pasado en la puerta de su departamento del Fonavi villagalvense Guereño. Por el caso, otros dos hermanos del acusado, de 28 y 24 años, están detenidos e imputados.
El sábado 22 de diciembre por la mañana, tres hermanos, a quienes los pesquisas los identificaron como Carlos, Abel y Alejandro L., se presentaron en la puerta de la casa de Chicho, quien estaba con tobillera por estar cumpliendo prisión domiciliaria tras una denuncia por violencia de género. Los hermanos, quienes son vecinos, amenazaron de muerte a toda su familia y cuando quisieron disparar el arma no les funcionó. Cerca de las 17, los hermanos regresaron y comenzaron a discutir con Chicho, en Mármol y Vuelta de Obligado. Entre corridas, gritos y escenas de pugilismo, la gresca siguió hasta la cuadra de Mármol y Marino Bruno donde Chicho sacó un arma, disparó. Del otro lado le contestaron. Chicho se desplomó tras recibir dos disparos: uno en el tórax y el otro en el brazo derecho. Al lugar llegó personal de Comando Radioeléctrico y lo trasladó al hospital Juan Anselmo Gamen. En la guardia informaron que la víctima había arribado sin vida.
La caída de los hermanos
Ese mismo día, desde el destacamento del hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) informaron que casi a la misma hora del ataque ingresó un joven, identificado como Abel L., de 24 años, con traumatismos desde la misma zona de Villa Gobernador Gálvez. El herido quedó internado en el Heca y fue sindicado por testigos como uno de los hermanos que atacaron a Chicho por lo que quedó con custodia policial y fue imputado.
El 2 de febrero pasado, Alejandro L., de 28, fue detenido en el marco de múltiples allanamientos para dar con los dos prófugos que tenía la causa que investiga el asesinato de Chicho. A las 48 horas, la fiscal Marisol Fabbro lo acusó como autor del homicidio calificado por haber sido cometido con el concurso premeditado de dos o más personas y agravado por el uso de arma de fuego, amenazas calificadas por el uso del uso de arma de fuego y portación ilegítima de arma de fuego de uso civil. En dicha oportunidad, el juez Rafael Coria aceptó la acusación de la Fiscalía y dictó la prisión preventiva por el plazo de ley.
El último de los prófugos fue apresado el jueves pasado en el Fonavi Guereño cuando personal policial arribó alrededor de las 22 tras un llamado al 911 que alertaba sobre un herido de arma de fuego.
De acuerdo con fuentes policiales, la víctima identificada como Lucio R., de 36 años, fue hallada malherida con múltiples disparos en ambas piernas en la esquina de Mármol al 2900, en la otra cuadra de donde recibió los dos disparos fatales Chicho.
Fue en ese marco, que algunos testigos por lo bajo contaron a los uniformados que no podían hablar sobre el hecho en el que terminó herido Lucio porque en el hecho estuvo involucrado un hombre, buscado por un homicidio, quien se encontraba en la zona. Otros contaron que el herido era familiar del prófugo. Con esa información, el personal policial de la seccional 29ª, con jurisdicción en la zona, recorrió el Fonavi y logró detener al sospechoso. Una vez en sede policial, los policías identificaron al detenido como Carlos L., de 31, a quien le saltó el pedido captura por estar sindicado en el crimen de Chicho.
El sábado pasado, el Carlos L. tuvo la audiencia imputativa donde la fiscal Fabbro lo acusó por el homicidio y los mismos delitos que a sus hermanos. El juez Ramón Lanzón aceptó la imputación y le dictó la prisión preventiva por el plazo de ley.
Tenía tobillera, peleó en la puerta de su casa y lo mataron a tiros
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