Autoridades libias dijeron ayer que el ataque que mató al embajador estadounidense esta semana estaba planeado de antemano, mientras que Estados Unidos envió barcos y aviones militares a Libia para tratar de dar con los responsables, según informaron funcionarios en Washington.
Autoridades y testigos libios habían dicho inicialmente que el ataque del martes contra el consulado norteamericano en la ciudad de Bengasi había sido en protesta por una película hecha en Estados Unidos que denigra a Mahoma y al Islam, y que ese día había generado ya manifestaciones en otros países árabes.
Sin embargo, funcionarios estadounidenses citados el martes por medios locales dijeron que el gobierno de Washington sospechaba que la acción podría haber estado planeada de antemano para coincidir con el undécimo aniversario de los atentados a las Torres Gemelas y el Pentágono, y que fue disfrazada de protesta por la película.
Las sospechas fueron manifestadas ayer por primera vez oficialmente por uno de los secretarios adjuntos del Departamento de Estado, Patrick Kennedy, quien dijo a legisladores que el ataque parecía estar planeado por la organización que tuvo y por la “proliferación” de armas pequeñas y medianas en el lugar.
En Libia, mientras tanto, el nuevo primer ministro, Mustafa Abu Shagur, anunció “un importante avance” en la investigación del ataque al consulado estadounidense en Bengasi que costó la vida al embajador norteamericano Chris Stevens y a otros tres diplomáticos.
“Tenemos nombres y fotos. Se han realizado arrestos y se están efectuando otros en este momento”, declaró Abu Shagur en su primera entrevista desde su elección el martes como jefe del nuevo gobierno de transición.
El primer ministro no dio detalles sobre el número o la militancia de los detenidos.
“No queremos encasillar a esa gente antes de conocerla con precisión”, añadió Abu Shagur, que mantiene su cargo de viceprimer ministro hasta la formación del nuevo gobierno transitorio.
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