Muchas son las personas que antes de decidir comprar o vender algo ingresan a internet para consultar precios, marcas y calidad, aun en las épocas de las peores crisis financieras, por lo que los especialistas en el comercio electrónico señalan que se ha hecho una herramienta importante, no sólo para tomar decisiones, sino también para encontrar un trabajo.
Tras la “burbuja” del año 2000, en donde las empresas con plataforma en internet surgían a montones, el comercio electrónico (e-commerce) hizo furor, pero pocas fueron las firmas, al menos en Argentina, que supieron superar la crisis, financiarse y poder competir con el “mundo real”, según publicó un cable de NA.
Lo que en un primer momento era resistido por los usuarios, esto de colocar su número de tarjeta de crédito y hacer transacciones por la web, ahora ya está incorporado a la idiosincrasia del comprador, que en la actualidad busca calidad y precio, como si fuera a un negocio en cualquier lugar de la Argentina.
Sin dudas uno de los sitios más exitosos en cuanto a tiempo y facturación es MercadoLibre.com, que se ha convertido en una marca en sí mismo y si bien mantiene su modelo de negocio, ha permitido que muchas personas a través de la red sean fundadores de sus propios emprendimientos, considera un informe de NA.
Juan Martín de la Serna, gerente de Mercado Libre en Argentina, señaló que el ritmo de crecimiento del comercio electrónico “en pocos años fue incrementándose”, y si bien en un principio quienes comercializaban en el sitio de subastas lo hacían con productos que no usaban y querían vender, desde hace un tiempo se buscan cosas nuevas y sofisticadas, en algunos casos.
Según un estudio realizado por el sitio y The Nielsen Company, el comercio electrónico en América latina generará en los próximos 6 meses 9.000 nuevos puestos de trabajo, entre directos e indirectos.
Solamente en MercadoLibre.com 52.000 personas generan la mayor parte de sus ingresos, e incluso representa la primera fuente de ingresos para el 10 por ciento de los jóvenes de entre 18 y 25 años.
De la Serna indicó que “sólo en el primer semestre de 2010 se comercializaron 17,5 millones de productos por un total de 1.530 millones de dólares”.
“En internet tanto las grandes empresas como las pymes y los pequeños comerciantes tienen el mismo potencial de venta y de alcance a potenciales consumidores, donde lo que importa es el producto y la atención”, indicó De la Serna.
Por su parte, Agustín Palotti, CEO de Geelbe, un club privado de compra de productos por internet, explicó en diálogo con la agencia Noticias Argentinas que no solamente los usuarios están más avezados en las compras online, sino que las marcas se aprestan a elaborar estrategias de venta en la web.
“La gente se anima más y se ve claramente un repunte de las ventas. Aunque no podría definir a ciencia cierta el motivo. Pero esto no sólo se da en los usuarios, sino también en las marcas que antes decían «no» a cualquier propuesta en internet y ahora dicen: “Quiero escuchar”, indicó Palotti.
Geelbe nació hace dos años, a diferencia de MercadoLibre.com que lleva 11 en internet, y si bien los públicos a los que van dirigidos pueden diferenciarse claramente, la manera en que comercializan es la misma, por la web.
“Si al usuario se le da buenos productos con buenos precios, seguramente va a comprar en internet, dado que no hay tanta desconfianza como había antes, en torno a la colocación de los datos en la red”, señaló Palotti.
Lo cierto es que Geelbe ya tiene oficinas en Argentina, México y Colombia y emplea a 42 personas, y ha tenido desde ya hace varios meses “un crecimiento sostenido”.
Cuando se le consulta si la crisis económica ha sido un factor que perjudicó a las ventas en internet, Palotti dijo que por el contrario, y que “el modelo de negocios salió en base a la crisis”.
Por otro lado, en los últimos días se dio a conocer por parte de la Administración Gubernamental de Ingresos Públicos porteña (Agip) un nuevo reglamento para el flamante régimen que pretende poner un punto final a la evasión en el comercio electrónico.
Por ende obliga a los propietarios de los sitios de ventas en internet a practicar una percepción de hasta un 3 por ciento en Ingresos Brutos sobre las operaciones realizadas a través de estos sitios online.
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