El banco español Bankia, nacionalizado en 2011 para evitar su quiebra, se convirtió nuevamente ayer en el centro de atención al abrirse una investigación bursátil por el hundimiento sorpresivo de sus acciones del jueves pasado, que se suma al proceso judicial abierto por presunta malversación. En ese marco, los presidentes de los tres principales bancos españoles (Santander, BBVA y CaixaBank) que acudieron como testigos para declarar a la Audiencia Nacional fueron insultados por un grupo de pequeños accionistas muy enojados. Al grito de “ladrones” y “delincuentes”, los manifestantes los encararon enfurecidos por la pérdida de buena parte de sus ahorros (ver aparte).
A la rabia por el desplome del valor de sus títulos tras la entrada en bolsa de Bankia en el verano de 2011, anteayer se sumaba un nuevo motivo para su indignación: en una sola sesión bursátil, las acciones de la entidad se hundieron un 51,43 por ciento, a 0,68 euros.
Esta caída intrigó a la autoridad bursátil española, la Cnmv, que anunció el jueves por la tarde la apertura de una investigación.
“A la vista del elevado volumen negociado en la acción de Bankia en el día de hoy, (…) la Cnmv (comisión de valores) procederá a analizar en detalle la operativa de la sesión, al objeto de verificar que se ha ajustado a la normativa legal”, explicó en un comunicado.
“Me congratulo, realmente es una muy buena noticia que la Cnmv abra una investigación para entender bien lo que ocurrió ayer (por anteayer)”, destacó el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri.
“Mi opinión de lo que pasó (…) es que hubo inversores institucionales que vendieron las acciones en corto, al descubierto, y creo que es lo que ocurrió”, apuntó, una hipótesis compartida por la mayoría de los medios españoles.
El periódico El Mundo explicó que los grandes bancos vendieron el jueves pasado un gran número de acciones al descubierto, es decir, especularon con la pérdida de valor de los títulos la próxima semana, cuando habrá una ampliación de capital del banco.
En cambio, a los pequeños accionistas, muchos de los cuales pidieron a sus agentes bancarios que vendieran sus títulos antes de que caiga su valor, se les negó esta opción y no podrán hacerlo hasta el martes próximo.
“Los particulares hubieran podido hacer esto pero desconocen este tipo de prácticas. Los institucionales están mucho más informados de todas estas posibilidades”, dijo Soledad Pellón, estratega en IG Markets.
En cambio, para los analistas de Link Securities “no es legal” y “deja en inferioridad de condiciones a los pequeños accionistas”.
Bankia debe cerrar el martes próximo una serie de dos aumentos de capital por un monto total de 15.540 millones de euros, que comportarán una pérdida media del 38 por ciento para los tenedores de acciones preferentes y del 36 por ciento para aquellos que tengan otros títulos de deuda subordinada.
Pero la caída del jueves pasado acentuará las pérdidas de estos pequeños ahorristas, a los que se les había prometido un valor por cada acción de 1,35 euros y finalmente se quedarán con la mitad.
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