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Arthur Miller, el creador de un teatro crítico para generar una conciencia crítica

Por: Carlos Solero.- Sus obras reflejan el racismo, la xenofobia, la alienación social y el desencanto frente a la sociedad competitiva.  


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El dramaturgo y guionista norteamericano Arthur Miller hizo del teatro una herramienta de crítica de la sociedad para generar conciencias críticas frente a las injusticias sociales.

Sus obras reflejan problemáticas diversas como el racismo, la xenofobia, la alienación social y el desencanto frente a la sociedad competitiva y de consumo vigente en los Estados Unidos de Norteamérica. Arthur Asher Miller nació en la ciudad de New York el 17 de octubre de 1915. Miller fue parte de un núcleo familiar de inmigrantes judíos provenientes de Polonia, que podría decirse que pertenecían a la clase media.

El padre de Arthur Miller, Isadore, era propietario de un emprendimiento textil exitoso, lo que permitió que la familia viviera en la isla de Manhattan, muy cerca del Central Park. Pero llegaron los años de la caída de la Bolsa en Wall Street, entonces sobrevino la crisis y la depresión económica y social de 1929-1930. La empresa otrora próspera cayó y como tantas otras fue a la bancarrota, los Miller debieron trasladarse a una modesta vivienda de Brooklyn.

Años después Arthur tomará como referencia ese lugar, el departamento de Brooklyn como escenario de su obra teatral “La muerte de un viajante”.

Finalizada su etapa de bachiller, Arthur Miller vendió durante años repuestos para automotores como modo de pagar sus estudios de periodismo en la universidad de Michigan. Allí recibió la distinción denominada Premio Avery Hopwood, por los escritos de Honors at Dawn. En el año 1938, ya graduado, retornó a New York, ciudad en la que se dedicó a escribir guiones para programas de radio como medio de obtención de sustento.

La vida afectiva de Arthur Miller supo de alegrías y sin sabores, formó pareja en 1940 con su compañera escolar Mary Slattery, engendró con ella dos hijos: Jane y Robert, pero el idilio terminó en 1956. Entre 1956 y hasta 1961 compartió la vida con la célebre actriz Marilyn Monroe y luego con la reportera gráfica Inge Morath, con quien también engendró dos hijos, uno de ellos, afectado por el síndrome de down.

La obra que Arthur Miller  logró estrenar a los 28 años s en un teatro de Broadway, era una comedia llamada: Un hombre con mucha suerte, sólo tuvo cuatro representaciones. En el año 1947 se estrena Todos eran mis hijos, que permaneció en cartel un año y recibiendo el año siguiente 1948 el Premio de la Crítica otorgado por el Círculo de Críticos de Teatro de Nueva York. En “Todos eran mis hijos”, Miller denuncia la vileza de la industria armamentista y el militarismo. Es decir, que en la potencia militar que emergió como triunfante luego de la Segunda Guerra Mundial, a contramano de los vítores de la mayoría de su país tuvo el coraje de exponer la contratara siniestra de la sociedad del “sueño americano”. Una característica relevante en toda la obra dramática de Arthur Miller es la crítica social: rasga el velo que encubre las tendencias conservadoras y hasta reaccionarias que en la etapa del senador Mc Carthy quedarían al desnudo y en evidencia en la sociedad norteamericana. Como señala uno de sus biógrafos: “Ya desde sus primeros títulos deja entrever lo que sería el elemento fundamental de toda su obra: la crítica social, que denuncia los valores conservadores que comenzaban a asentarse en la sociedad de Estados Unidos. Su consagración definitiva se produce en 1949, con “La muerte de un viajante”, en la que denuncia el carácter ilusorio del sueño americano. En 1988, Miller declararía: «Jamás imaginé que adquiriría las proporciones que ha tenido. Era una obra literal sobre un vendedor, pero luego se convirtió en un mito, no sólo aquí, sino en muchas otras partes del mundo». Afirmó también: «Trabaja uno toda la vida para comprar una casa, y cuando, por fin, la casa ya es de uno… no hay quien viva en ella», con la misma postura acerca de las consecuencias del capitalismo”. La muerte de un viajante tiene múltiples versiones teatrales y cinematográficas y recibió tres Premios Pulitzer. En la década de 1950 Arthur Miller padeció “la caza de brujas”. Fue acusado de simpatías izquierdistas por el director de cine Elia Kazan, pero rehusó revelar los nombres de los componentes de un círculo literario sospechado por la infame Comisión de Actividades Antiamericanas. En el año 1956 la persecución contra Miller continuó y hasta le fue retirado el pasaporte, no pudiendo asistir al estreno de una de sus obras en Bruselas (Bélgica). Aun así no hizo mención a sus inquisidores de ningún nombre. Declaró sí haber firmado manifiestos políticos solidarios y que había participado de reuniones en 1947 junto a otros intelectuales contestatarios. Es en este contexto que escribe en 1953 “Las brujas de Salem”. En 1955 Miller da conocer la obra “Panorama desde el puente”, que expone los pesares del desempleo masivo y la persecución por razones políticas a trabajadores e inmigrantes. Otras obras importantes de este dramaturgo y guionista combatiente son: Incidente en Vichy (1964), El precio (1968), su último éxito de crítica y con beneplácito del público.

A partir de la década del setenta Arthur Miller fue duramente criticado en su país como moralista, dador de sermones laícos y hasta anacrónico. En su propia tierra fue vituperado por los sectores más retardatarios, mientras en diversas latitudes del mundo continúa siendo reconocido por su agudeza su espíritu de crítica social y sus obras no dejan de ser llevadas a escena.

Claro, corresponde señalar que Arthur Miller se opuso a las intervenciones militares del Estado norteamericano en Corea y Vietman, siendo además solidario con los pueblos de Latinoamérica permanentemente asediados por el Departamento de Estado, el Pentágono y la CIA. Arthur Miller falleció en Roxbury, Connecticut, el 10 de febrero de 2005, dejando un legado cultural a la humanidad imperecedero por su lucidez y agudeza, por la vigencia de los temas abordados y su clara convicción de la necesidad de transformar la sociedad en un ámbito de convivencia solidaria.

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