La presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, señaló que no le sorprendió la reacción de su par nicaragüense, Daniel Ortega, de desoír el pedido de la OEA para que se retiren las tropas de la zona fronteriza, “El hecho de que Nicaragua haya rechazado la resolución de la OEA me parece que nos da una visión muy realista de cuál va a ser la actitud en las próximas horas. Yo sigo abrigando la fe y esperanza de que ellos entiendan la importancia que tiene sacar a sus tropas de Isla Calero”, remarcó Chinchilla en relación al territorio que ambos países reclaman como propio.
En declaraciones a la prensa durante una gira por el interior del país, Chinchilla dijo que Costa Rica estudia la posibilidad de convocar a una reunión de Cancilleres de la OEA, como parte de los esfuerzos para lograr una salida al conflicto por la vía del diálogo.
En esa instancia “podrían darse acciones que impulsen a una mayor voluntad de las naciones para cumplir esta resolución (de la OEA)”, dijo la mandataria.
La resolución de la OEA, aprobada en la madrugada del sábado, “invita” a las partes a poner en marcha en forma “simultánea y sin dilación” la Comisión Binacional -que reclamaba Nicaragua- con “acompañamiento” de la OEA, e insta -como pedía Costa Rica- al retiro de las tropas en la zona de disputa.
Pero anoche, ante la prensa nacional y extranjera, Ortega consideró que la sesión del Consejo Permanente de la OEA mató “la posibilidad de concertar un diálogo sin condiciones” entre los dos países centroamericanos.
Ortega insistió en ir a La Haya para “denunciar a Costa Rica por ocupar territorio nicaragüense y para que se puedan lograr la colocación de los hitos a lo largo de toda la frontera terrestre y la delimitación de la marítima”.
Sobre la sesión, el mandatario consideró que fue “manipulada, como parte de un plan preparado previamente para imponer condiciones” a su país. Tras señalar que la OEA “pierde credibilidad todos los días”, el Presidente se preguntó “qué sentido tiene permanecer en esa organización”.
“La OEA tendría que haber desaparecido hace tiempo y nos mantenemos en ella por inercia”, dijo.
La virtual ruptura con la OEA fue cuestionada por opositores y diplomáticos nicaragüenses, que la consideraron “inadecuada”.
El diputado del disidente Movimiento Renovador Sandinista (MRS) Hugo Torres consideró que “hay una dosis de manipulación patriotera” del tema tanto de la presidenta Chinchilla como de Ortega, que están utilizado el caso del río San Juan para exaltar ánimos nacionalistas “y desviar la atención de la problemática interna”.
Por su parte, el ex embajador de Nicaragua en Costa Rica Mauricio Díaz, en declaraciones que publican hoy medios de prensa, consideró que Ortega dio “el tiro de gracia” a cualquier posibilidad de diálogo bilateral y auguró una escalada del conflicto en instancias internacionales.
Díaz estimó que la imagen de su país sufrió un considerable deterioro al quedar como una nación intransigente tras la decisión de Ortega de descalificar a la OEA como mediador en el conflicto con su vecina Costa Rica y retirar la convocatoria al Consejo de Ministros de la OEA.
En tanto, el ex canciller Norman Caldera calificó como “un error” la decisión de Ortega de considerar el retiro de su país de la OEA, porque eso es “decirle no a mecanismos propios de los países que viven en democracia”.
También el gobierno de México manifestó hoy su “firme y categórico” rechazo a las declaraciones de Ortega y defendió, en un comunicado de su Cancillería, el apoyo de su representación a la decisión de instar a las partes a reforzar y revisar mecanismos de cooperación binacional para prevenir y enfrentar el tráfico de drogas y armas en la zona fronteriza.
Esa postura es “absolutamente congruente” con la del gobierno del presidente Felipe Calderón de confrontar la delincuencia organizada, aseguró la Cancillería.
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