El Arzobispo de la Arquidiócesis de Córdoba, Carlos Ñáñez, “amonestó” y reprendió a un grupo de curas cordobeses que se expresaron a favor del matrimonio homosexual y les pidió que se rectificaran de sus declaraciones.
Un grupo de los 12 sacerdotes de Córdoba pertenecientes al grupo Enrique Angelelli fueron citados por Ñáñez y dichos párracos denunciaron el hecho en un comunicado titulado “Sólo en la caridad es posible la diversidad”, donde plantearon sus diferencias con el Episcopado.
“El Arzobispo de la Arquidiócesis de Córdoba, Carlos Ñáñez, citó a varios párrocos integrantes del grupo Enrique Angelelli para que rectificaran sus dichos en torno al matrimonio homosexual. En términos canónicos, se trata de una amonestación de la autoridad eclesial”, informaron.
Los curas rebeldes aseguraron que les solicitaron “desdecirse de sus reflexiones, declaraciones, opiniones”.
“Los sacerdotes consideran que no pueden traicionar a sus conciencias negando lo que con toda libertad y responsabilidad han afirmado a favor del matrimonio homosexual”, señalaron.
En el documento sostienen que “la iglesia debe dejar el miedo a perder el poder”, para luego agregar que “la Autoridad está en la humildad para buscar la verdad con los hombres y en el servicio, no en la imposición de una Doctrina Moral estática basada en una concepción antropológica inadecuada para nuestro tiempo”.
De esta manera, los curas doblaron la apuesta y lejos de retractarse, rectificaron los dichos emitidos hace unas semanas.
“Nosotros somos cristianos, católicos y sacerdotes de la Iglesia Católica, pero en este tema estamos opinando en las antípodas de lo que opina el Episcopado. Nosotros estamos a favor de una igualdad de derechos, a favor del matrimonio de la familia de homosexuales, de la familia gay”, dijo Alessio a mediados de mayo pasado a un medio local.
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