Boca buscará ser otra vez el Rey de América cuando enfrente esta noche en la revancha a Corinthians en Brasil, para decidir el título de la edición 2012 de la Copa Libertadores de América, el trofeo más importante del continente.
El equipo argentino, dominador excluyente en la anterior década del fútbol continental, quiere obtener la séptima Copa Libertadores de su historia y de esa manera igualar la marca de Independiente. Boca logró los títulos en 1977, 1978, 2000, 2001, 2003 y 2007, tres de ellas en territorio brasileño, y llegó con ésta a diez finales, equiparando la marca de Peñarol de Montevideo.
Por su lado, Corinthians arribó por primera vez en sus 100 años de historia a una instancia decisiva de la Libertadores, aunque ya supo disfrutar las mieles de un éxito internacional, pues ganó la edición del Mundial de Clubes jugada en 2000 en Brasil.
El partido de ida, jugado la semana pasada en La Bombonera, terminó en empate 1-1.
Como los goles alcanzados en condición de visitante no tienen valor doble, en caso de una nueva igualdad, se jugará una media hora de alargue y de persistir la misma la Copa se decidirá a través de los tiros desde el punto del penal.
El equipo argentino llega con la novedad de la ausencia de Facundo Roncaglia, quien finalmente viajó pero difícilmente juegue al no ponerse de acuerdo la dirigencia de Boca y su representante por el seguro del jugador, ya que a éste se le venció su contrato el 30 de junio pasado y su pase pertenece ahora a Fiorentina, entidad que pide ese requisito para autorizarlo a jugar.
Quien podrá estar es Darío Cvitanich, ya que Boca arregló con Ajax para extender por cinco días su contrato; como así también Rolando Schiavi y Sebastián Sosa, quienes tienen el pase en su poder y no tuvieron inconveniente en estirar su vínculo hasta la final para que luego el club decida el destino de ambos.
El técnico de Corinthians, Tite, alineará a los mismos once que arrancaron el partido en Buenos Aires, ya que Jorge Henrique se recuperó de un edema en el muslo y Romarinho, el joven delantero autor del empate en cancha de Boca, estará entre los suplentes.
El partido generó una gran expectativa y las 39.000 entradas están vendidas. Los locales son un fenómeno popular en San Pablo y en el resto del Brasil, siendo con 30 millones de “torcedores” el equipo más popular de ese país junto con Flamengo.
A Boca se le otorgaron 2.450 entradas, insuficientes para el requerimiento de los hinchas argentinos. Pero se calcula que muchos aficionados, pese al pedido de la dirigencia de la institución, estarán en San Pablo sin su entrada para ver cómo podrán ingresar al estadio. Por eso habrá un gran operativo policial de cerca de mil agentes para evitar desmanes.
Comentarios