Por tercera vez seguida, la Copa del Rey se vestirá de fiesta para vivir un Real Madrid-Barcelona. Esta vez no será en la final como ocurrió en la 2010/2011 donde venció el Madrid, ni tampoco en cuartos de final como en la 2011/2012, que se resolvió a favor del Barcelona; en esta oportunidad los dos equipos más importantes de España definirán una de las semifinales y por ende uno de los finalistas que irá ante el vencedor de Atlético Madrid-Sevilla (juegan mañana el partido de ida) por el trofeo de campeón.
No llega bien el Real Madrid. Una realidad que no se puede ocultar. Son constantes los rumores de desunión en el vestuario, y la primera mitad de la temporada ha sido desastrosa. A años luz de lo que se esperaba en agosto. Por el contrario, el Barcelona arriba a este duelo en racha (sólo perdió con Real Sociedad por la Liga) y con todo el potencial en el máximo de su esplendor.
Si algo marcará a este primer capítulo en el estadio Santiago Bernabéu serán las bajas madridistas, que no podrá contar con la presencia de Casillas, Sergio Ramos, Pepe, Fabio Coentrao y Ángel Di María. Mientras tanto, el conjunto catalán tendrá a disposición a todo su plantel, algo que le da en la previa una ventaja que habrá que ver si logra trasladar al campo de juego.
El nuevo pulso entre los dos grandes del fútbol español tiene una vital importancia para José Mourinho. El técnico portugués puede quedar mal parado en caso de una derrota, sin opciones en Liga y con las esperanzas puestas en Copa del Rey y Liga de Campeones. O puede resurgir de uno de sus peores momentos, eliminando a su gran rival y devolviendo el optimismo al madridismo antes de pelear por la ansiada “Décima” Copa de Europa.
Por el otro lado, Jordi Roura, que continuará al mando del equipo (Tito Vilanova regresará en los próximos días de Estados Unidos donde se encuentra hace unos días realizando una parte del tratamiento de recuperación) intentará repetir en un duelo de suma exigencia lo que han venido demostrando en una liga que los tiene casi como campeones, salvo que ocurra una catástrofe futbolística, a falta de media temporada.
Pero más allá del Real-Barsa, otro gran duelo que se dará en el Bernabéu será el que sostendrán Leo Messi y Cristiano Ronaldo. El mejor jugador del mundo y uno de los grandes futbolistas de la actualidad llegan de manera increíble al duelo. El domingo último por la Liga, mientras el crack rosarino se despachó con un póker de goles ante el Osasuna, el lusitano anotó un hat-trick frente al Getafe.
Esta actualidad, también la confirman en los grandes partidos. Demostrando la pasta de campeón que ambos tienen: Leo Messi lleva once jornadas de Liga seguidas marcando y en el Bernabéu anotó ocho de los diecisiete tantos que lleva anotado en los clásicos ante el Real Madrid y que lo tienen a uno de igualar la mejor marca en poder de Alfredo Di Stéfano. Mientras que CR7 le ha marcado siete goles en últimos partidos ante el Barsa.
La mesa está servida y sólo queda disfrutar de un gran espectáculo. Algo que sin dudas estos dos equipos están capacitados para brindar y dejar en claro porqué paralizan al fútbol mundial cada vez que se encuentran frente a frente en una cancha. Sea por la competencia que sea. Esta vez, por la semifinal de ida de la Copa del Rey.
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