El balance del operativo de control preventivo y de seguridad que la Municipalidad de Rosario desplegó entre la noche del 31 de diciembre y la madrugada de 1 de enero junto a la policía santafesina es de 11 casos de alcoholemia positivos, 17 accidentes reportados –uno por pirotecnia– y dos fiestas clandestinas a cuyos participantes lograron persuadir para desactivarlas, más otras tres en las que se evitaron incidentes.
Una de las fiestas clandestinas desbaratadas se desarrollaba en Ayacucho entre Virasoro y Rueda, a la que asistían alrededor de 300 personas. La restante, con unos 40 participantes, fue en White entre Bolivia y Ecuador.
En total, se atendieron 22 reclamos por ruidos molestos. “Como ya había sucedido en Navidad, volvimos a tener una fuerte presencia para controlar en distintos sectores de la ciudad con puntos fijos y móviles. Agradecemos la colaboración de nuestros agentes y la Policía de la provincia de Santa Fe, con quienes trabajamos en pos de que los festejos sean dentro de los parámetros normales y no atenten a la convivencia entre los vecinos”, señaló como balance el subsecretario municipal de Control, Ezequiel Brocchi.
Del despliegue participaron un centenar de agentes de control de distintas áreas de la Municipalidad junto a personal dispuesto por el Ministerio de Seguridad de Santa Fe y bajo la supervisión del intendente Pablo Javkin, quien fue acompañado por el concejal Federico Lifschitz.
Las tareas preventivas en lugares donde se presumía asistencia de gente para las celebraciones fueron en el club Provincial, la Playa de la Música y el Hipódromo. También se hizo foco en la plaza Buratovich, las Cuatro Plazas, la costanera central (Río Mío) y la del norte (La Florida), en los barrios Parque Field, Rucci, Tiro Suizo y Belgrano, entre otros.
La subsecretaria de Políticas Sanitarias, Stella Binelli, destacó que de las 17 personas que fueron atendidas por lesiones, sólo en un caso fue por el uso de pirotecnia.
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