Mundo

Controvertido

Considerado un político torpe, Helmut Kohl reunificó las dos Alemanias

Denostado incluso por algunos de sus socios partidarios, el canciller alemán demócrata cristiano fue el gestor para que Alemania volviera a ser una sola seduciendo tanto a Gorbachov como a Bush padre


FILE PHOTO - West German Chancellor Helmut Kohl moves through a crowd of supporters February 20, 1990 during his first appearance as part of the East German election campaign in Erfurt, East Germany. REUTERS/Reinhard Krause/File Photo

El canciller alemán Helmut Kohl, considerado el padre de la reunificación de Alemania, presentó en 1990 al Parlamento alemán un plan de diez puntos para unificar las regiones del este y el oeste en una sola Alemania, casi un año después de que el Muro de Berlín cayera el 9 de noviembre de 1989.

Fue el primer canciller de la República Federal Alemana que invitó a su homólogo de la República Democrática, Erich Honecker, a mantener una histórica reunión bilateral que se produjo en septiembre de 1987 en Bonn.

Poco le importó pecar de anfitrión con escasa diplomacia, ya que Helmut Kohl no desaprovechó la ocasión para hablar sin ambages de una “única nación alemana”, por más que el histórico encuentro no acabase en más que una protocolaria declaración de intenciones entre ambos gobiernos para la reducción del armamento con el que se apuntaban la dos Alemanias.

La reunificación de Alemania, que llegó finalmente el 3 de octubre de 1990, contemplaba, además, ayuda económica para la República Democrática Alemana (RDA), elecciones libres, facilitación de viajes, gremios conjuntos y la unidad europea y alemana como un proceso en común, entre otros puntos.

En aquellos días, Kohl dio preponderancia a la amistad con Francia, la reconciliación con Polonia tras la firma de un tratado que establecía la frontera germano-polaca, y una relación de comprensión y sensibilidad con la Unión Soviética.

“No vamos a abandonar a nuestros compatriotas de la RDA; en el futuro, desde el suelo alemán, deberá surgir siempre la paz, ese es el objetivo de nuestra unidad”, dijo Kohl durante una visita a Dresde el 19 de diciembre de 1989, semanas después de la caída del Muro.

Fue una decidida apuesta por forzar los cambios políticos en la República Democrática que continuó con otro histórico acto del canciller en Dresde, ante las ruinas de la iglesia de Nuestra Señora el 19 de diciembre de ese mismo año. La reconstrucción del templo acabó siendo años después uno de los grandes símbolos de la reunificación.

Origen provinciano y una manera torpe de moverse en política

Kohl mantuvo su plan en secreto y sólo se lo presentó al gobierno de Estados Unidos, pero una vez que se conoció públicamente no fue del agrado del líder soviético, Mijail Gorbachov, aunque Kohl intentó seducirlo.

En 1989, Kohl llevaba siete años al frente del gobierno de Alemania Federal y su carrera política parecía acercarse al final, ya que sus adversarios dentro de la Unión Demócrata-Cristiana habían formado un frente en su contra para controlar dicho partido.

Según informes de la cadena <Deutsche Welle<, a diferencia de Willy Brandt o de Helmut Schmidt, avezados en materia económica, Kohl fue subestimado a raíz de su origen provinciano y su manera un tanto torpe de moverse en la política.

Para lograr la reunificación, el canciller mantuvo estrechos contactos con Gorbachov, el estadounidense, George H. W. Bush, y el mandatario francés, François Mitterand, quien lo ayudó a convencer a otros líderes europeos sobre la necesidad de unir a los alemanes.

Su Ejecutivo había presentado el Programa de los Diez Puntos para facilitar la transición política en el Este y sentar las bases de esa anhelada reunificación. Incluido el “cheque occidental” para garantizar tanto la transición a un modelo de mercado de la economía oriental como para evitar una migración desmedida hacia el Oeste.

El proceso tuvo que desarrollarse a contrarreloj tanto por la precipitación de los hechos como por la decidida apuesta de Kohl por cerrar el proceso económico, político y legal por la vía rápida.

Una determinación que alimentó el deseo de los ciudadanos orientales y disuadió a los aún indecisos o escépticos ante una transición tan incierta como acelerada.

La firma del Tratado Dos más Cuatro entre las potencias ganadoras de la Segunda Guerra Mundial y la aprobación por parte del Parlamento de la República Democrática del Tratado de Unificación cerraron el proceso. Y la medianoche del 3 de octubre de 1990 se proclamó oficialmente la reunificación frente al histórico edificio del Reichtag.

Pasajes del discurso de unificación

En un par de los últimos párrafos del discurso de unificación que dio Kohl se veía una apretada síntesis de lo que significaba ese paso para la política de ese entonces y para la correlación de fuerzas mundiales.

“Actualmente nos aproximamos con rapidez al fin del siglo XX, un siglo marcado por enormes contrastes desconocidos hasta la fecha: guerras mundiales y genocidio, sí; pero también asociación global y progreso humanitario.

El siglo XXI será una era de libertad y paz, siempre y cuando hagamos ahora lo necesario para que así sea. Para enfrentarnos a estos retos necesitamos un nuevo despertar. Con valentía y determinación, hemos logrado la unidad del Estado alemán y, con igual valentía y determinación, deberíamos disponernos a la renovación de nuestra nación y a la unificación de Europa.

Si, como nación, seguimos unidos en solidaridad, los alemanes, junto a nuestros colaboradores y amigos de todo el mundo, nos enfrentaremos a los retos del siglo XXI. Tenemos razones más que suficientes para confiar en que así será.”

Kohl glosaba sus logros

Nacido el 3 de abril de 1930 en Ludwigshafen, en el norte de Alemania, fue canciller de Alemania Federal (1982-90) y luego de la Alemania reunificada (1990-98).

Según algunos analistas, la absorción de la moribunda economía de la Alemania oriental resultó difícil, debido a que después de la reunificación el gobierno tuvo que aumentar los impuestos y reducir el gasto de las finanzas públicas.

En octubre de 1997, con motivo del séptimo aniversario de la reunificación y sólo un día después de la firma del Tratado de Ámsterdam que daba carta de legalidad a la Unión Europea, Kohl glosaba sus logros en Berlín ante el ex presidente estadounidense también protagonista de la reunificación George Bush padre.

Apuntando también las nuevas dificultades que entrañaba el nuevo paso hacia una nueva integración, esta vez transnacional.

En 1998, la colación de Kohl con el Partido Democrático fue derrotada por los socialdemócratas de Gerhard Schroder, tras lo cual surgieron denuncias de graves irregularidades financieras sobre la recaudación de fondos ocurridos durante su mandato.

Kohl murió a los 87 años, el 16 de junio de 2017, en la ciudad portuaria de Ludwigshafen, donde había nacido.

Comentarios