Un adolescente de 14 años que pertenecía a la comunidad qom y pesaba apenas nueve kilos murió el domingo pasado en el Hospital Pediátrico de Resistencia, en Chaco, por un cuadro de tuberculosis y desnutrición. Desde el gobierno chaqueño señalaron que el joven tenía una discapacidad que no le permitía alimentarse correctamente.
El menor, que era atendido en el Hospital del Bicentenario “General Güemes” de la localidad de Castelli, fue derivado al centro asistencial de la capital provincial, donde finalmente se produjo su fallecimiento.
La muerte del adolescente, llamado Oscar Sánchez, fue informada por el Centro de Estudios e Investigación Social Mandela, que indicó que el chico estaba enfermo desde hacía un año y había sido “muy mal atendido” en el puesto sanitario de Fortín Lavalle, donde vivía, y en el Hospital Villa Bermejito.
Luego fue llevado a Castelli, desde donde finalmente, y con un diagnóstico “de muerte inminente”, fue derivado el jueves pasado a Resistencia.
“El miércoles pasado concurrió, por última vez, a ese establecimiento público. Pesaba 11 kilos. Fue atendido por la doctora Miriam Benítez. Por la gravedad, fue derivado a Castelli y desde allí a Resistencia”, según indica un informe del Centro Mandela.
Desde el mismo lugar, señalaron: “Uno de los médicos que lo asistió a Oscar en el Hospital Güemes refirió que estaba gravemente enfermo de tuberculosis, con una severa desnutrición asociada a tal enfermedad, y que además padecía de meningitis, más una aguda neumonía al tiempo del ingreso al establecimiento. El diagnóstico presuntivo marcaba un inminente deceso”.
De acuerdo con el diario Norte, la madre del chico había muerto cuatro años antes de peritonitis en el Hospital Perrando, luego de una marcada desatención en el puesto sanitario de Fortín, en el Hospital de Villa Río Bermejito y en el de Juan José Castelli.
En tanto, el director de Materno Infancia del Ministerio de Salud de Chaco, Gabriel Lezcano, señaló que la muerte del joven Sánchez se produjo por “una hidrocefalia no evolutiva” que, entre otras cosas, “le ocasionaba un cuadro de malnutrición” lo que agravó un cuadro crónico de infección pulmonar severa.
“Este niño nació con una discapacidad, una hidrocefalia no evolutiva –no llevaba válvula de derivación– y una parálisis cerebral que le generaron un retraso madurativo y psicomotriz severo; por ello, requería intervenciones multidisciplinarias y especiales periódicas”, remarcó Lezcano.
También precisó que “se trataba de un paciente identificado por el sistema sanitario, controlado y monitoreado en forma permanente, que recibía tratamiento para sus enfermedades”.
“Es lamentable la muerte de cualquier ciudadano, más cuando se trata de un menor; pero es importante aclarar que esta familia recibe asistencia alimentaria del Estado y el joven estaba bajo los tratamientos indicados para sus patologías”, afirmó el médico.
Además, destacó el trabajo del gobierno chaqueño al asegurar: “Existen niños discapacitados que están distribuidos en todo el territorio del Departamento Güemes, todos identificados y bajo control. En el caso puntual de la comunidad originaria, se trabaja con agentes interculturales bilingües para facilitar el nexo”.
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