Tras el abrupto final de la última sesión del Concejo Municipal, que el pasado jueves se levantó por falta de quórum sin tratar ningún tema en medio de una batahola por denuncias sobre irregularidades en las concesiones a privados de espacios públicos municipales, ayer se concretó la esperada visita de la titular del área, la directora general de Gestión y Control de Concesiones, Hilda Gontín, cuya presencia había sido comprometida por la propia intendenta Mónica Fein para recomponer la virtual situación de ruptura en la que se encontraba el Legislativo local. El paso de Gontín por la comisión de Gobierno del Concejo dejó impresiones antagónicas entre quienes la integran: para los ediles del oficialismo y aliados en las tres horas de la reunión los opositores “no pudieron sostener ninguna de las denuncias mediáticas”; en tanto que para las distintas vertientes de la oposición ocurrió todo lo contrario: “Sólo obtuvimos respuestas justificando irregularidades”, sintetizaron desde uno de los bloques.
“La reunión fue positiva, porque se pudo dejar en claro que se actuó siempre de acuerdo al accionar de cada procedimiento”, afirmó el edil Manuel Sciutto, jefe del bloque Socialista. “Se respondieron absolutamente todas las preguntas que se hicieron y la funcionaria se explayó sobre cada uno de los dictámenes. En la reunión existieron más especulaciones que opiniones concretas. Y es fundamental aclarar que el Tribunal de Cuentas jamás habló de irregularidades como algunos ediles habían informado erróneamente: de 35 concesiones, sólo 3 tienen deudas en el canon y 5 en el Drei, e incluso se computa una mora de 61 pesos y otra de 6,25 pesos”, marcó por su parte la radical Daniela León.
Pero la conclusión del también radical Jorge Boasso estuvo en los antípodas: “Cada vez me convenzo más de la necesidad de una comisión investigadora, y de meter el cuchillo hasta el hueso en todo lo que tenga que ver con el área de Concesiones de la Municipalidad. No me satisfacen las explicaciones ante el incumplimiento de ellos: manejan las tierras públicas como si fueran privadas, y ellos una inmobiliaria. Entonces, al vencer las concesiones se entregan prórrogas como se les canta”, disparó el concejal.
El papel de los concejales radicales el jueves último resultó clave para llegar a la visita de ayer de Gontín, que en términos políticos se asemejó más a una comparencia. Es que mientras León y Gonzalo del Cerro, cada uno con su monobloque, se alinearon con el oficialismo, la bancada que integran Boasso y María Eugenia Schmuck se retiró del recinto junto a los demás bloques opositores –incluido el PRO– con lo cual menos de la mitad de los ediles quedaron en sus bancas y el titular del Legislativo, Miguel Zamarini, se vio obligado a levantar la sesión. Minutos después, dos conferencias de prensa, una tras otra, terminaron de evidenciar la tensión que atravesaba al Palacio Vasallo.
Al día siguiente, la propia intendenta caminó las dos cuadras que separan al Palacio de los Leones del Palacio Vasallo y dedicó una reunión que estaba pactada de antemano para atemperar los ánimos. La prenda de paz fue el compromiso sobre la presencia de Gontín, cuya citación había sido “bloqueada” por el oficialismo, al entender de los ediles opositores.
Así llegó la reunión de ayer. Apenas ingresó al Palacio Vasallo, la directora general Gontín sólo mencionó a la prensa estar “tranquila”, aunque “muy dolida y dañada moralmente por las acusaciones recibidas”.
Dentro de la oficina la esperaban los concejales con una larga lista de preguntas. La lista de espacios “bajo la lupa” fue desplegada por el concejal de Encuentro por Rosario Diego Giuliano. Claro que en la exposición de la directora quedaron a la luz algunos movimientos que “pueden no ser ilegales”, como coincidieron los ediles, pero sí prueba de que el municipio “ha relajado los controles”, en opinión de Giuliano.
En la lista presentada por los concejales existen 32 concesiones vigentes, de las cuales 3 poseen serias dudas sobre el canon a pagar y “las 29 restantes se encuentran al día con sus obligaciones y han cumplido con la obra indicada en los pliegos”, según el escrito presentado por el equipo de Gontín.
El primero en la lista expuesta por Giuliano fue el bar del Anfiteatro, cuya concesión venció, pero al no reclamar el municipio la restitución, el concesionario sigue con su actividad, abonando el canon y haciéndose cargo del mantenimiento de los baños públicos hasta que se presente un nuevo proyecto.
En tanto, el bar “Vieja Estación”, del parque Urquiza, tenía como fecha original de caducidad el mes de octubre, pero en agosto, tal lo relatado por Gontín, comenzó las obras de baños públicos “antivandalismo”. “Una obra que luego quedará para el municipio a través de las concesiones. Estas obras fueron aprobadas por Planeamiento y el empresario a cargo se quedará en el lugar hasta finalizadas las obras. Una vez llegado el momento se llamará a una nueva licitación”, explicó.
Por otra parte, el complejo Puerto España también estuvo en la mesa de debate: el canon allí es de 0,7 por ciento de la facturación –esto incluye el salón de fiestas del mismo nombre, un gimnasio y dos bares– considerado “irrisorio” por los ediles opositores.
Si bien la lista de observaciones fue más extensa, en lo que más énfasis tuvieron los ediles fue en el análisis de la situación de “La casa del Tango” y el de la plaza Sarmiento, los cuales, tal el informe elevado por los concejales Norma López y Roberto Sukerman, del Frente para la Victoria, “han tenido la baja de la Afip, por ende no pueden ejercer el rubro que tienen”.
“Lo mínimo que podemos hacer es pedir la extinción de los contratos de concesión donde los responsables no estén cumpliendo y poder rescatar para la ciudad aquellos espacios públicos que se puedan volver a licitar”, marcó el edil Giuliano.
Con todo, tras la reunión el radical Boasso hizo saber que presentó el proyecto de crear una comisión investigadora para las concesiones. Sobre cada pliego, Boasso aclaró que lleva tiempo estudiando cada aprobación, y por ello reclama que se investiguen. Y no es la única iniciativa respecto del tema: “Las concesiones de espacios públicos a 15 o 20 años no se realizan con la sola firma de un funcionario, deben pasar por el Concejo Municipal, donde toman conocimiento todos los concejales y hasta los periodistas que vienen a cubrir las sesiones. Esto siempre ha sido una caja de cristal y la Dirección General demuestra que es una caja negra, oscura donde sólo tres funcionarios ponen la firma, trabajan y hacen de los espacios lo que mejor les convenga”, sostuvo Boasso.
Desde el Frente para la Victoria, Norma López coincidió con su par radical. “Con esta política permisiva no se abre el juego a empresarios más chicos y/o empresarios locales donde se permiten otro tipo de proyectos a una nueva ciudad. Es evidente que la Municipalidad necesita de estas gestiones turbias porque no soporta otro tipo de controles”, cuestionó por su parte.
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