Ciudad

De a pie

Con velocidad y sin resistencia

Desconocidos que ingresaron de madrugada al club de Urquiza y Ovidio Lagos robaron distintos elementos, entre ellos 25 pares de patines de competición que cotizan a 14 mil pesos cada uno. Buscan interceptarlos en Internet.


El tradicional club Velocidad y Resistencia –ubicado en Urquiza y Ovidio Lagos– sufrió el robo de distintos elementos, entre ellos veinticinco pares de patines que usan chicas de todas las edades para practicar esa disciplina. El extraño hecho se convirtió en un duro golpe para las deportistas ya que se trata de elementos fundamentales para la práctica de la actividad y de un alto costo, cercano a los 14 mil pesos cuando son nuevos, por lo que se hace muy complicada su reposición. Frente a esto en el club están atentos, especialmente observando las páginas de internet donde se suelen publicar ofertas, para detectar cualquier intención de venta por parte de los ladrones.

“Los daños que hicieron en el club son muy importantes. Rompieron puertas, portones. Estamos tratando de recuperarnos”, señaló Marcelo Cabrejas, su presidente, sobre el episodio.

Además de los patines y de ocasionar distintos destrozos, los delincuentes se llevaron amplificadores, grabadores y hasta una hidrolavadora.

“Se ve que entraron tipo una y media de la madrugada y trabajaron cómodos. Rompieron la puerta de secretaría, las del salón, armarios. No dejaron nada cerrado sin romper. Espero que alguien nos tenga compasión. Somos un club de barrio donde todo se hace a pulmón y con mucho esfuerzo. No es la primera vez que nos roban pero ésta fue la peor. Además, los chicos y chicas que practican patín sufren continuamente robos en las inmediaciones del club. No se ve presencia policial”, añadió el directivo.

“Estamos tratando de recuperar los patines. Por internet estamos buscando y averiguando con colegas de otros clubes. Hay un mercado de patines usados y solicitamos a la gente que no los compre, que avise a las autoridades para que puedan volver a sus dueñas, que son las chicas que los necesitan. La tristeza es muy grande.
Acá hay nenas que vienen desde que son muy chicas. No sabemos qué hacer porque tampoco tenemos recursos para pagar un sistema de seguridad”, agregó Cabrejas, titular del club que actualmente tiene unos 300 socios.

Por su parte, Luciana, profesora en el club, señaló que los patines robados son “importados, de competición”.

“Es imposible pensar en volver a comprarlos y además son muy difíciles de conseguir. Lo raro es que los ladrones fueron directamente a ellos. Por lo que sabemos pueden llegar a revenderlos a la mitad de su valor”, resaltó.

Todavía consternada, Candela Scaccia, otra de las patinadoras, contó cómo vivió la experiencia del robo. “El lunes a la mañana me llamó la profesora de patín y me dijo que nos habían robado. Nosotros dejamos los patines en unos casilleros y nos encontramos con que se habían llevado todo. Estamos hablando de unos veinticinco pares, que son muy difíciles de reemplazar porque tienen un costo muy elevado que puede superar los 14 mil pesos cuando son nuevos. No podemos ahora decirles a nuestros padres que nos compren otros porque muchos no pueden”, indicó.

“Nosotras entrenamos todos los días. Hay un esfuerzo muy grande en lo que hacemos, mes a mes y ahora se acerca la exhibición de fin de año y algunos torneos y no se podrá hacer nada porque nos falta lo indispensable para poder actuar, que son justamente los patines. Hace catorce años que estamos en el club y esto nos produce mucho dolor”, añadió.

La deportista amateur contó que frente a esto “mucha gente se ofreció para prestarnos patines para poder usarlo principalmente en el festival de fin de año”.

“Además, nosotras ya estamos planificando distintas movidas solidarias para poder recuperar lo que nos robaron. En el festival de fin de año chicas de todas las edades muestran todo lo que se hizo durante el año; es una exhibición tradicional. El nuestro es un club de barrio donde se practica dividiéndose en distintos horarios. Además de los patines nos robaron los equipos de música”, continuó.

“El club tiene dos entradas. Entraron por una donde hay una reja y después un portón. Rompieron todos los candados que cerraban los casilleros. Estamos atentos viendo páginas de internet para ver si los ofrecen para la venta y así dar con los ladrones”, concluyó la joven.

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