Ciudad

Con ley, ahora viene la fiesta

Las empresas de Rosario que se encargan de organizar las celebraciones que vienen tras la boda tienen un nuevo desafío: los casamientos gay. “Es un público más exigente”, dijo uno de los “wedding planners”.

Por: Agustín Aranda

A partir de la promulgación de la ley de matrimonio igualitario que permite el casamiento de personas del mismo sexo, los empresarios rosarinos abocados a la tarea de planear bodas y eventos afines se mostraron entusiastas con respecto a la nueva porción de mercado. Los especialistas de la ciudad opinaron sobre el perfil del nuevo público y el futuro del mercado. En tanto, en Córdoba ya recibieron consultas por parte de parejas en busca de la fiesta.

“Estamos trabajando con una pareja de Rosario que vino a consultar”, comentó Pablo Chufeni de CH artistas y eventos de la ciudad. Además adelantó que se encuentra trabajando con los responsables de comunicación de la empresa para producir una propuesta para bodas gays. Sin embargo, remarcó que “no hay ninguna diferencia de lo que se propone a una pareja heterosexual”. Al igual que Chufeni, su colega de Sí, quiero, Julia Cerruti señaló que se encuentra realizando una propuesta especial para este segmento del mercado, que ahora se incorporó mediante la aprobación de la ley de matrimonio igualitario, pero que no diferirá demasiado de lo ofrecido a las parejas heterosexuales.

¿Público especial?

La lógica de quienes planean eventos, entre ellos, las bodas, generalmente funciona desde una idea: a partir de un formato de fiesta –casamiento, bautismo, cumpleaños y otros– se actualiza en función de la particularidad no sólo religiosa de quien, o en este caso, quienes desean. Sin embargo, los “wedding planners” consultados coincidieron en que la nueva porción del mercado es exigente, sensible al arte, meticuloso e interesado en planificar los detalles.

“Yo pienso que es un público exigente, aún más que el heterosexual”, dijo Cerruti. Similar opinión tuvo Gabriela Guerreo de GG Eventos: “Creo que el perfil de una pareja homosexual –si bien cada uno tiene sus usos en particular no importa su sexualidad– es más desestructurada y menos tradicional debido a que no siguen los preceptos del casamiento por iglesia. Suelen ser de gustos sofisticados y prestar mucha atención a la carga estética en cuestiones de ambientación artística”,  sostuvo Chufeni.

Boom y futuro

Consultado sobre el futuro de las bodas entre homosexuales en la ciudad, Chufeni reflexionó: “Hay que recordar que la ley salió a partir de una presión principalmente porteña por lo que a la comunidad gay de Rosario le va a llevar un tiempo llegar a que se anime”. En este sentido, apuntó que en los próximos meses se podrían llevar adelante este tipo de eventos pero de forma aislada. “Va a pasar un tiempo hasta que los proveedores, salones, y el público naturalicen la situación y no se caiga en la discriminación”, opinó el “wedding planner”. En sintonía, Gabriela Guerrero concluyó: “Esperamos que después del boom que puede ocurrir se tome como algo normal y natural para que puedan festejar como todo el mundo”.

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