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Con la fuerza intacta

"Creo en estos jugadores a morir”, dijo el DT, e insistió en que ante el Lobo jugarán "el partido de sus vidas".

Ariel Cuffaro Russo prefiere vivir “el día a día” y no pensar demasiado en lo que pueda pasar si Central no consigue un resultado positivo el lunes que viene en La Plata ante Gimnasia. Aunque  flota la sensación de que una nueva derrota podría generar el fin de este ciclo, el DT canalla transmite serenidad a los suyos desde el discurso. Además, dejó en claro que se siente “con la fuerza necesaria” como para sacar al equipo de la difícil situación en la que se encuentra.

Ayer, Cuffaro insistió en que el duelo ante el Lobo será “el más importante de nuestras vidas”. Y también aprovechó para quejarse por el mal arbitraje padecido ante Arsenal, y por la cantidad de puntos que se perdieron desde el torneo pasado por el mismo motivo.

—¿Pensás que el que viene ante Gimnasia puede ser un partido determinante para tu continuidad en el cargo?

—Y eso no lo sé. En esto trato de vivir el día a día, de no pensar tanto en más allá. Me parece que lo correcto es estar metidos en este partido que viene. Tenemos que lograr que los jugadores estén tranquilos porque si el esfuerzo no va acompañado de la inteligencia, no sirve, no tiene sentido. Siempre le doy mucha importancia a cómo se llegue al resultado, a cómo se sienta uno y a cómo vea a los jugadores. No se puede saber de antemano qué decisión puede tomar uno.

—Llevan siete sin ganar. ¿Sentís que el partido ante Gimnasia puede ser un límite, o todavía tenés fuerzas para seguir peleando?

—La fuerza está intacta. Creo en estos jugadores a morir. Y estoy seguro de que Central va a salir de esta situación. Si reconozco que nos está costando por un montón de factores que están influyendo para que el equipo no pueda rendir de la mejor manera.

—¿Qué hablaste con Manuel Usandizaga después de la derrota con Arsenal?

—La verdad es que hablamos sobre el inconveniente de salud que sufrió Horacio (Usandizaga). Por suerte lo controlaron rápido. Pero hablamos de eso, de la mala sangre y esas cosas.  Lo que está claro es que ellos apoyan a muerte este proceso, me siento muy valorado por ellos. Y eso me hace sentir muy bien. Sabemos cuál es nuestra responsabilidad y ojalá que podamos responder con un triunfo, que es lo que necesita hoy Central.

—¿Cómo está el grupo?

—Con ganas de revancha. Todavía dura el fastidio y la bronca por la derrota ante Arsenal. Charlamos con los jugadores y analizamos mucho lo que está sucediendo, y llegamos a la conclusión de que no supimos aprovechar los partidos que jugamos en condición de local. Tuvimos momentos favorables en esos partidos y no supimos sacar provecho. También charlamos sobre otros temas, que son delicados. Pero sabemos que tenemos que poner la mejor voluntad para poder salir adelante.

—Da la sensación de que se juegan mucho con Gimnasia.

 —Les dije a los jugadores que el partido del lunes que viene es el más importante de nuestras vidas. Podés jugar una final del mundo y perderla, pero eso no tendría las consecuencias que puede generar una derrota el lunes que viene. Es un rival directo, el equipo que no nos tiene que pasar. Y vamos a La Plata con esa responsabilidad, sabiendo lo que nos jugamos.

—Decís que charlaron temas delicados con los jugadores. ¿A qué te referís?

 —A todo en general. Lo que siempre digo es que a Central le sacaron por lo menos 12 puntos. Y estas son las gotitas que vienen rebasando el vaso. Ojo que nosotros cometimos errores ante Arsenal, fueron diez minutos en los que el equipo no apretó los dientes como debía y ellos no fallaron. Pero en estos últimos dos partidos generamos no menos de 15 situaciones de gol, y convertimos tres, que no es poco. De todos modos siguen pasando cosas que no podemos solucionar. Y esto viene del torneo pasado, y es algo que me afecta mucho. Uno siempre cree en la buena fe, en que los árbitros se pueden equivocar, pero nos han sacado 12 o 14 puntos, que es mucho. Esto es real, tanto como este equipo no es el mismo que el del torneo pasado. Todavía lo estamos buscando, y la suerte no nos ha acompañado.

—Antes de venir a dirigir el partido ante Arsenal, Faraoni estaba parado por bajo rendimiento ¿Te parece que los dirigentes están haciendo las cosas bien en este tema?

 —La dirigencia hace lo que puede. Van a Buenos Aires, se mueven. Tratan de hacer lo posible. Acá se designa un árbitro y no se puede hacer nada. Lo que pasa es que uno siempre tiene la esperanza de que puedan dirigir bien. Pero lo de Faraoni el otro día fue muy malo.

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