Con anuncios en seguridad y promesas de recomponer ingresos, Massa pasó por Baigorria 

El precandidato a presidente de Unión Por la Patria, Sergio Massa, encabezó un acto en la fábrica de electrodomésticos Liliana a poco del cierre de campaña para las Paso del próximo domingo. Durante su discurso ponderó las políticas de apoyo a pymes que auspició durante su gestión como ministro de Economía, prometió una mejora en los ingresos de los trabajadores e hizo una insoslayable mención al tema inseguridad.

Massa anunció que la semana que viene regresará a Rosario para poner en marcha la Unidad de Información Financiera (UIF) con el objetivo de perseguir el lavado de dinero del narcotráfico. También dijo que le pidió al ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, que Gendarmería establezca un operativo especial para la ciudad.

Cerca del mediodía el precandidato presidencial del oficialismo subió al escenario acompañado por su compañero de fórmula, Agustín Rossi, el ministro de Desarrollo Productivo, José de Mendiguren y uno de los titulares de la empresa de electrodomésticos Liliana, Gerardo Jacobson. Junto al ministro y presidenciable también estuvieron todos los integrantes de las lista de precandidatos a diputados nacionales por Santa Fe, encabezada por German Martínez.

La elección de esta planta como escenario para el epílogo de la campaña no fue al azar. Fue el punto de encuentro para una concurrencia nutrida de dirigentes industriales y de entidades nacionales y regionales como Fisfe o UIA, con fuerte representación del sector y que en reiteradas ocasiones manifestaron su respaldo a las políticas oficiales dirigidas a las pequeñas y medianas empresas.

Tras su arribo a la región, Massa recorrió las instalaciones de la planta industrial ubicada en Baigorria, que cuenta con dos naves de 12 mil metros cuadrados y 1.300 trabajadores. Abrió su intervención ante la concurrencia destacando el trabajo de la empresa y sostuvo: “¿Qué se discute en este momento en la Argentina?  La historia de Liliana”, en clara referencia a al modelo de producción nacional que defienden desde el oficialismo.

“Cuando recién veníamos caminando, nos contaban que en el 2015 tenían 900 trabajadores. Y que en el 2019 les quedaban sólo 500 y habían acumulado estanterías porque lo que habían transformado era en un galpón de productos importados”, agregó al respecto y en alusión a lo sucedido durante la gestión Cambiemos.

Si bien reconoció la gestión nacional a lo largo de estos años (incluso previa a su asunción como ministro), tomó una licencia para desmarcarse y ya en modo campaña manifestó: “Estamos en deuda con el ingreso de los trabajadores. No tuvimos la capacidad de resolver el problema de la inflación agravado por la sequía. Pero estamos en deuda porque durante la pandemia decidimos cuidar el empleo. Uno de los principales compromisos hacia adelante es poner sobre la mesa sumas fijas, paritarias y otras formas de mejora del ingreso en Argentina”.

Fue uno de los pasajes con mayor contenido electoral de su intervención. Es que a medida que se agota el tiempo de Alberto Fernández sin resolución a problemas troncales como la recuperación de los ingresos, Massa se encuentra en al encrucijada de defender la gestión de la que forma parte, pero también prometer medidas que tomará en ese sentido a futuro, en un eventual mandato.

Durante los últimos días, la suma fija fue una de las alternativas que anticipó el ministro como parte de las propuestas que acercará a las centrales sindicales en la carrera por mejorar los salarios. La medida formará parte de la discusión política una vez finalizada la Paso de este domingo, y ya será parte del camino a las generales, en un contexto inflacionario que superó el 42% durante el primer semestre.

Massa también aprovechó para respaldar al gobernador Omar Perotti y redoblar el apoyo al candidato para sucederlo, Marcelo Lewandowski. Pese al resultado adverso obtenido en las primarias, Massa aseguró: “Estoy seguro de que mi amigo Marcelo Lewandowski va a ser el próximo gobernador de la provincia de Santa Fe”.

Por otra parte, y en relación a la actividad económica santafesina, el precandidato presidenciable resaltó que Santa Fe fue una de las provincias que más duramente sufrió una sequía que le costó a la Argentina 21.000 millones de dólares y que le costó caída de recaudación a la provincia, con enorme cantidad de productores declarados en emergencia. Al respecto, mencionó: “Sin embargo, pusimos más de 7.500 millones de pesos en ayuda directa a productores, a tamberos, a sectores avícolas, para tratar de contener el drama que representó la sequía y que todavía hoy representa para nuestra economía”.

Inseguridad

Sobre el epílogo, el ministro de Economía no quiso soslayar una de las temáticas más sensibles para cualquier dirigente nacional que visita Rosario y la región. En ese sentido, anunció: “Sé que los rosarinos y los santafesinos están hartos de ser noticia por el golpe y el drama del narcotráfico y la inseguridad y el dolor que genera como sociedad. La semana que viene voy a volver a Rosario para poner en marcha la UIF para persecución del lavado de dinero con origen en el narcotráfico”.

También aseguró que para después de las Paso nacionales, habrá novedades en materia de seguridad federal, y lanzó: “Voy a volver la semana que viene a Rosario porque le he pedido al Ministro de Seguridad de la Nación que Gendarmería establezca un operativo especial como alguna vez tuvieron los rosarinos para vivir sin miedo y voy a volver a Rosario para proponerle a quienes vayan a gobernar la ciudad y la provincia, un trabajo para adelante”.

En un cierre dedicado exclusivamente al flagelo de la inseguridad, concluyó: “Quiero invitar a que el próximo Gobernador, los próximos Intendentes de Rosario y el Gran Rosario, se comprometan a trabajar con nosotros desde el 10 de diciembre en un programa que derrote definitivamente la inseguridad con la que conviven los rosarinos. En el mientras tanto, la semana que viene vuelvo para poner en marcha un mecanismo que le siga la ruta del dinero al narcotráfico, pero además para poner en marcha un operativo que obligue a las fuerzas federales a abrazar nuevamente a Rosario y Santa Fe para que no sientan que los abandonaron.