Economía

Movilidad en suspenso

Cómo impactó en las jubilaciones la nueva fórmula de cálculo en los últimos dos años

La ley votada a fines de 2020 para actualizar los haberes jubilatorios corrió desde atrás durante buena parte de 2021 y 2022. El gobierno implementó el pago de sumas fijas para compensar las pérdidas en cada trimestre


La fórmula de movilidad jubilatoria votada a fines de 2020 posibilitó un 2021 con aumentos por encima de la inflación, pero un 2022 con importantes pérdidas que tuvieron que ser saneadas con el pago de sumas no remunerativas. Lo que anunció el gobierno nacional durante los últimos días, correspondiente al primer trimestre de este año, también significará una pérdida en el poder adquisitivo que será respaldada con el pago de un bono adicional.

Si bien la jubilación mínima no llegó a cubrir el avance de la inflación durante los últimos dos años, con la nueva fórmula superó el porcentaje que hubiese obtenido con la anterior. Si se compara la aplicación desde el origen (marzo de 2021) hasta hoy, en el caso de la fórmula Cambiemos hubiese sumado 189,8% para el período 2021/2022 y primera movilidad 2023, mientras que, con la nueva fórmula, el valor asciende a 208,1%.

Durante los últimos días, el ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, dio a conocer junto a la titular de Ansés, Fernanda Raverta, la novena medición de la actualización jubilatoria derivada de la nueva ley de movilidad, que en marzo próximo alcanzará el 17,04%. Desde el Centro de Economía Política Argentina (Cepa), elaboraron un análisis sobre el impacto de este aumento y el arrastre de la nueva fórmula durante los últimos dos años.

En primer lugar, consideraron que el 17,04% anunciado hace algunos días se encuentra levemente por debajo de las expectativas de inflación para el período enero-marzo. La inflación estimada en el Relevamiento de Expectativas de Mercado del Banco Central (REM) del período mencionado (enero a marzo, considerando que la mejora compensa la inflación pasada) se estima en 18,1% en el trimestre.

Más allá de los porcentajes correspondientes a la ley, el anuncio incluyó un bono para marzo, abril y mayo de $15.000 para los que cobran una jubilación mínima que irá decreciendo progresivamente hasta $5.000 para jubilados de hasta dos jubilaciones mínimas. Esto lleva la jubilación mínima a $73.665 y mejora el ingreso del 65% de los y las jubilados/as.

Cómo evolucionaron las jubilaciones

El informe de Cepa detalló el recorrido de la nueva fórmula jubilatoria desde su implementación, compuesta en un 50% por evolución salarial y otro 50% por recaudación tributaria. Durante 2021 se observa que la primera actualización significó un incremento de 8,07%, mientras que la inflación alcanzó 12,92%, pero desde la segunda en adelante, el resultado se invierte:  12,12% vs 10,98%, 12,39% vs 9,27% y 12,11% vs 10,12%.

Es decir, tres de las primeras cuatro actualizaciones jubilatorias de 2021, resultantes de la fórmula votada a finales de 2020, lograron superar la inflación (junio, septiembre y diciembre 2021).

Para compensar el desfasaje de la primera actualización de movilidad, el gobierno incluyó dos bonos de $1.500 pagaderos en abril y mayo de 2021 para jubilaciones de hasta $30.856. Para compensar el segundo trimestre (para ser preciso, el efecto de la primera actualización sobre el segundo trimestre), se pagó un bono de $5.000 en agosto. Finalmente, en diciembre de 2021, los jubilados percibieron hasta $8.000, cobrando no menos de $37.062.

“La fórmula permitió mejorar el derrotero de la evolución del haber, logrando que el 2021 cierre con 52,67% de actualización contra 50,79% de inflación. Con la fórmula anterior la actualización hubiese sumado 49,6%”, señalaron desde el Cepa.

En 2022, la primera actualización sumó 12,28%, pero la inflación superó dicho guarismo y se ubicó en 16,07%. En el segundo trimestre, y con una inflación creciente, la segunda actualización del año, (de 15,0%) no logró superar la evolución de precios del período que alcanzó 17,3%.

Para compensar lo sucedido, se decidió implementar un bono de $6.000 en abril. Luego de ello, y con el objetivo de equiparar el refuerzo de Ingresos anunciados para desocupados/as, trabajadores/as de casas particulares, y demás, se decidió incorporar un segundo monto, pagaderos en mayo, de $12.000.

La tercera actualización alcanzó 15,53% y la inflación alcanzó 22,0%. Para compensar la situación, se impulsó un bono de $ 7.000 mensuales (que fue decreciendo progresivamente hasta $4.000, que cobraron quienes tenían ingresos de hasta dos haberes mínimos)para el período septiembre a noviembre.

En diciembre, el guarismo de actualización sumó 15,6% y quedó por debajo de la inflación, que sumó 17,2%. Por esta razón, en diciembre, enero y febrero se implementó un bono de $ 10.000 mensual.

Finalmente, en la primera medición del año, el valor alcanzó 17,04%, levemente por debajo de la estimación de inflación (proyectadas en 5,6%, 5,5% y 6,0% respectivamente). Por dicha razón, esta movilidad fue acompañada de un bono de $15.000 mensual decreciente hasta $5.000 en marzo, abril y mayo para aquellos que cobren menos de dos jubilaciones mínimas.

Hasta el momento, la modificación de la fórmula, que incluyó el valor mayor entre la variación de RIPTE o el dato salarial de INDEC, permitió mejorar el indicador en marzo 2021, diciembre 2022, marzo 2022, septiembre de 2022, diciembre 2022 y marzo 2023.

El efecto del bono

Una de las críticas más recurrentes sobre el pago del bono como compensación por las pérdidas que ocasionó la fórmula, tiene que ver con que se cobra por única vez, sin tener efectos posteriores

“Sin embargo, la dinámica que mostraron, al menos hasta ahora, los bonos otorgados por el gobierno actual han actuado como los adelantos no remunerativos en paritarias gremiales: esto es, se sostienen hasta tanto la actualización posterior (en este caso la movilidad) logre compensar la porción por la que la inflación superó la movilidad del trimestre anterior”, explicaron desde el Centro de Economía Política.

Dicho de otro modo, cuando la nueva movilidad logra recuperar lo perdido por las actualizaciones anteriores, es donde se interrumpe el bono. Dicho esto, vale mencionar que el monto de $18.000, el de $7.000 para el periodo julio-septiembre, el bono de $10.000 para diciembre-febrero y el anunciado recientemente de $15.000 para marzo, abril y mayo, más que compensa, en la jubilación mínima (y de dos de cada tres jubilaciones totales), el diferencial de actualización de la movilidad y la evolución de la inflación.

Vale mencionar que la evolución actual de la movilidad implica que la actualización futura (junio) le gane a la inflación para producir el efecto mencionado anteriormente.

Por último, el estudio compara lo que sucedería con las jubilaciones al aplicar la fórmula anterior a la vigente. En la evolución acumulada, se observa un evidente mejor desempeño de la norma actual.

La actualización jubilatoria para marzo, en caso de haberse mantenido la fórmula votada a finales de 2017 (70% inflación y 30% salarios) hubiese sumado 20,9%, es decir, un valor superior a la movilidad actual. Pero si se compara la aplicación desde el origen hasta hoy, en el caso de la fórmula Cambiemos hubiese sumado 189,8% para el período 2021/2022 y primera movilidad 2023, mientras que, con la nueva fórmula, el valor asciende a 208,1%.

Comentarios