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Comenzó la cuenta regresiva para elegir al próximo Papa

Tranquilidad en el primer día de la sede vacante en El Vaticano. Se informó que pasado mañana comienza el pre-cónclave. Benedicto XVI “muy distendido y sereno” en Castelgandolfo


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En el primer día de sede vacante y tras la histórica renuncia de Benedicto XVI, comenzó en el Vaticano la cuenta regresiva para la elección del próximo Papa tras la sorpresiva decisión que convulsionó el mundo católico.

El decano del colegio de cardenales, Angelo Sodano, convocó ayer a la mañana a los purpurados de todo el mundo para participar a partir de este lunes de las reuniones de las congregaciones generales que definirán la fecha de inicio del cónclave donde se elegirá al sucesor del Papa emérito.

Las reuniones pre-cónclave comenzarán pasado mañana a las 9.30 en la sala del Sínodo de los Obispos del aula Pablo VI, donde se realizan las audiencias en invierno.

Los detalles fueron dados ayer por el vocero del Vaticano, el padre jesuita Federico Lombardi, durante una extensa y distendida conferencia de prensa en la Sala Stampa de la Santa Sede, con traducción al inglés y al español, ante la inusitada presencia de unos 3.600 periodistas acreditados de todo el mundo para cubrir estas jornadas históricas. En ese marco, Lombardi pidió “paciencia” a los hombres de prensa y, para desalentar expectativas, aseveró que la fecha de inicio del cónclave no se sabrá este mismo lunes, sino que se conocerá durante el transcurso de la semana próxima.

El colegio cardenalicio cuenta con 207 representantes de todo el mundo: 117 están habilitados para elegir en el cónclave y todos son considerados “papables”, en tanto que los 90 restantes no son electores por haber superado los 80 años. Por el momento, no se sabe con precisión qué cantidad ya llegó a Roma, y recién el lunes “se podrá contarlos” para tener el número exacto, dijo Lombardi. Anteayer, de la ceremonia de despedida del Papa en la Sala Clementina participaron un total de 144.

De los 117 habilitados para votar, el vocero ya adelantó que estarán presentes “115 o tal vez menos”. Entre ellos hay cuatro argentinos que entrarán a la Capilla Sixtina a la espera de la fumata blanca: Jorge Bergoglio, Leonardo Sandri, Jorge Mejía y Estanislao Karlic, de los cuales sólo los dos primeros podrán votar y, por lo tanto, ser considerados papables”.

Las deliberaciones se llevarán a cabo en momentos de difíciles desafíos para la Iglesia, que debe responder a reclamos internos de liberalización en temas como la autorización de comulgar a divorciados y a los escándalos que conmocionaron a los fieles, como las denuncias de encubrimiento de abusos sexuales de niños por religiosos o las filtraciones que revelaron luchas intestinas de poder (caso “Vatileaks”).

“Los cardenales pueden expresarse libremente” durante las congregaciones, dijo el portavoz del Vaticano, recordando que durante el período de sede vacante, es decir el interregno que va desde el fallecimiento o renuncia de un Papa hasta que se elige al siguiente, el poder de la Iglesia está en manos del colegio de cardenales y del camarlengo (administrador de la propiedad y las rentas del Vaticano).

Entre los nombres que más suenan para suceder a Benedicto XVI figuran los del italiano Angelo Scola, el canadiense Marc Ouellet, el austríaco Christoph Schönborn, el húngaro Peter Erdö, el brasileño Odilo Scherer, el ghanés Peter Turkson y el filipino Luis Antonio Tagle.

Mientras tanto, en la Plaza San Pedro, turistas y fieles llegados de todo el mundo hacen fila para ingresar a la imponente basílica, o para comprar las estampillas especiales que el Correo de la Sede Santa puso en circulación ayer en relación a la histórica renuncia, la primera en los últimos casi 600 años de historia.

Roma amaneció ayer con un cielo plomizo y nublado, que contrasta con las dos últimas jornadas a sol radiante y temperatura agradable que otorgó una calidez particular a las vibrantes últimas 48 horas del ahora Papa emérito.

En tanto, desde la plaza se observan cerradas las ventanas del palacio apostólico, luego de que anteanoche se sellara el departamento en que vivió el Papa emérito durante sus 8 años de pontificado, y el ascensor que lleva a él.

En el acceso al departamento se colocó un sello con el texto “sede vacante”, la misma leyenda que figura esta mañana en el sitio web oficial del Vaticano y en la cuenta de Twitter del sumo pontífice.

Esas imágenes fueron difundidas ayer en la rueda de prensa, donde pudo observarse al cardenal camarlengo Tarcisio Bertone colocando una especie de faja de clausura a los aposentos pontificios, con un sello y una cinta púrpura anudada en la puerta, que dan cuenta de que se inició la sede vacante. Se trata de una ceremonia muy antigua, de la que participa también un notario que da fe de que los aposentos fueron clausurados, y en la que el camarlengo porta un bastón de mando en señal de autoridad.

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