Política

Coimas en el Senado: turno para De la Rúa

En una nueva jornada del juicio que se sigue por el presunto pago de sobornos en 2000 para aprobar la reforma laboral, se espera que declare el expresidente, principal acusado en la causa. Antes deberá terminar su exposición el "arrepentido" Pontaquarto.


Cuando hoy se reanude el juicio oral por los presuntos sobornos en el Senado, la gran incógnita será si Fernando de la Rúa tendrá tiempo para declarar. Esto se debe a que el primer punto en la agenda del Tribunal Oral Federal número 3 son los distintos cuestionamientos que los abogados defensores formularán sobre la declaración de Mario Pontaquarto. Anoche, letrados de exsenadores y exfuncionarios ya ajustaban los últimos detalles: señalarán contradicciones, pedirán mayores precisiones y traerán a escena una anécdota que complica al «arrepentido». Luego, ya por la tarde, De la Rúa ocupará el centro de la escena.

Pontaquarto viene de declarar durante dos audiencias consecutivas donde el hilo de la indagatoria estuvo dominado por la fiscal Sabrina Namer. Ahora será el turno de los abogados defensores, quienes pondrán en práctica la estrategia que anticipaban antes del inicio del juicio: deslegitimar, por distintos medios, el rol de Pontaquarto como testigo clave del expediente.

Sin precisiones

Fechas y horarios serán lo primero. Los abogados, entre los que se destacan los penalistas Valeria Corbacho (representa a De la Rúa), Diego Pirota (Fernando de Santibañes) y Carlos Valera Álvarez (Alberto Flamarique) dejarán constancia de que en ningún momento Pontaquarto brindó precisiones sobre la fecha exacta de la supuesta cumbre en el despacho del expresidente, donde se habría decidido pagar sobornos.

A continuación remarcarán discrepancias en el testimonio de Pontaquarto sobre el momento en el cual habría acudido a la SIDE a retirar cinco millones de pesos para entregar a senadores peronistas a cambio de su apoyo para la reforma laboral; mientras en una declaración sostuvo que esto fue por la noche, en otra precisó que fue «a la tardecita».

La instrucción también les ha dado elementos a los defensores. En esta instancia, recordarán, una de las declarantes fue la entonces esposa de Pontaquarto, Silvana Costalonga, quien sostuvo que en su casa de General Rodríguez no vio pesos, sino dólares. Una anécdota que hoy podría volver a ser narrada.

Los jueces del TOF número 3, Guillermo Gordo, Gerardo Larrambebere yMiguel Pons anticipan una audiencia compleja. En sus conversaciones, los magistrados creen que las declaraciones de Pontaquarto pueden sufrir hoy un duro golpe. Si es así, entienden, comenzarán a verse los efectos de un proceso de instrucción (ejecutado por el juez Daniel Rafecas y el fiscal Federico Delgado) que apostó todas sus fichas al testimonio del arrepentido y no generó otras evidencias.

Se trata de una cuestión que generó distintos contrapuntos durante la instrucción. El fiscal había solicitado que la elevación a juicio contara, en distintos casos, la figura de malversación de caudales públicos ya que aseguraba tener certeza de que los fondos presuntamente utilizados provenían de la SIDE. Finalmente, la Cámara Federal desestimó el pedido y dejó solamente en la carátula el supuesto delito de cohecho.

Recién en el momento de los alegatos, la fiscal podría volver a plantear que se considere agregar dicho delito a las eventuales condenas.

De la Rúa confía en poder declarar en la audiencia de hoy. El exmandatario también cargará contra Pontaquarto y buscará deslegitimar su testimonio y no titubeará al recordar que el exsecretario parlamentario viene de ser condenado por el mismo tribunal por presunta estafa con viáticos del Congreso.

La expectativa entre los abogados defensores es compartida: saben que se trata del acusado que mejor conoce el expediente y del que más conocimientos de derecho tiene. En el TOF número 3 suelen comentar que en el último año el expresidente realizó visitas a los tribunales de Retiro simplemente para leer la causa y hacer anotaciones en su libreta.

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