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Programa integrador

Cloacas: habrá alivio en las cuotas y plan para morosos

Los 30 pagos bimestrales se extienden a 45. Y los que adeudan más de tres facturas tendrán hasta 90 cuotas mensuales.


El Concejo Municipal aprobó por unanimidad un nuevo sistema de cuotas para el “Programa Solidario e Integrador de Desagües Clocales” para resolver la alta morosidad que ya está resintiendo el plan votado hace cuatro años atrás a través de la ordenanza 8593 para atender “deuda histórica” de saneamiento en toda la ciudad. Así, el máximo de 30 cuotas bimestrales que se ofrecieron a los vecinos para pagar su parte en la megaobra se extenderá a 45 cuotas bimestrales, lo cual les dará la chance de bajar los montos a los que deben hacer frente. En tanto, las familias que deben más de tres cuotas tendrán la oportunidad de ponerse al día con un plan de hasta 90 cuotas mensuales “iguales” –es decir, de monto fijo– por la deuda que arrastran, lo cual incluye el caso de los vecinos que no hayan cumplido con ninguna cuota.
La megaobra, financiada con el sistema de fideicomiso y con dificultades para lograr aportes “externos” –fue tema de repetidas gestiones con el gobierno nacional– depende en buena medida del cumplimiento de los vecinos. Y en las tres zonas de la ciudad –de un total de 10 etapas– donde se está ejecutando, la morosidad “absoluta”, que son las familias que dejaron de pagar o no lo hicieron nunca, es del 47 por ciento. Y la morosidad “relativa”, que son los vecinos que tienen atrasos en hasta tres cuotas, escala al 65 por ciento.
Frente a esa situación el concejal Héctor Cavallero, activo protagonista del plan para dotar de cloacas a toda la ciudad, venía planteando la situación desde septiembre del año pasado, cuando los guarismos de morosidad se estabilizaban y confirmaban en una cifra cercana a la mitad. El ex intendente recordó entonces que la morosidad “histórica” en el pago de obras se ubica en torno al 30 por ciento en promedio y propuso implementar un número mayor de cuotas. “Vecinos de muchos barrios me plantearon dificultades para pagar cuotas que llegan a los 500 ó 600 pesos”, recordó.
Siete meses le llevó al edil del Partido del Progreso Social hilvanar el acuerdo que finalmente se aprobó ayer y que, como el plan mismo, involucró a distintas secretarías municipales, al Banco Municipal y Aguas Santafesinas. Pero además Cavallero pidió incluir con más énfasis una pata clave del Programa, que es la información a los vecinos. “Muchos no saben por qué pagan lo que pagan. Y comparan con lo que pagan otros vecinos y se quejan porque creen que puede ser un error. Hay que poner gente que explique”, subrayó.
El concejal recordó, por caso, que en la ordenanza que creó el Programa Integrador se estableció que el costo de la obras establece un valor promedio por cuadra, y de allí surge el porcentaje a recuperar, que es lo que van a terminar afrontando los vecinos. “Y no tiene nada que ver con los metros que tenga una vivienda. Por eso pedimos que se informe a cada beneficiario cuánto cuesta la obra en todo el barrio, cuánto le toca pagar y cómo es la metodología con la que se hace el cálculo”, completó Cavallero. Ahora el paso siguiente lo dará el Departamento Ejecutivo, que ya comenzó a trazar el plan. “A fines de la semana que viene ya vamos a tener idea de los plazos para implementarlo”, estimó la secretaria de Hacienda municipal, Verónica Irízar. La funcionaria adelantó a El Ciudadano que en cada centro municipal de distrito se instalará una oficina de BMR Mandatos y Negocios –la sección del Banco Municipal encargada del fideicomiso– para atender los trámites sobre el nuevo plan de pagos, y que a la par se enviará por escrito a cada contribuyente la explicación del nuevo sistema de cuotas, invitándolo a ponerse al día. “No creemos que haya cambios en los que vienen cumpliendo”, analizó la funcionaria, recordando que el esfuerzo es para los vecinos que atraviesan dificultades de pago. Es que ya se estaba aplicando un sistema de 45 cuotas para jubilados y pensionados que cobran el haber mínimo y hasta un 75 por ciento más, y también se implementó una exención para “casos sociales”, es decir, familias que no podrían de ningún modo afrontar los pagos.
Pero el problema seguía siendo la porción que no realizó trámites por este último caso, ni tampoco canceló las cuotas: el nuevo esquema aprobado pone más distancia con el “cobro judicial”, acción que, en última instancia, el fideicomiso puede tomar.

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