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Giglioni, un tipo de campo

Por Leandro Rosati. El reconocido periodista deportivo de la ciudad muestra la otra cara del personaje en diálogo con El Hincha. “No hay mejor forma de honrar a los que vos querés que trabajar y sacrificarte”, afirmó.


giglioni

Es uno de los periodistas deportivos más reconocidos de la ciudad en el ambiente futbolístico. A principios de los 90 comenzó su carrera profesional en los medios locales. Pasó por FM 3, Radio 2, La Red y actualmente se desempeña como comentarista de las transmisiones deportivas en LT3 y forma parte del programa deportivo “Estadio 3”. Con el correr de los años se ganó un lugar de privilegio entre los oyentes del fútbol. Claudio Giglioni recibió a El Hincha y cuenta sus comienzos en la profesión, su relación con la familia, su llegada a la radio y la dupla inconfundible que formó con el uruguayo Walter Hugo.

“En 1985 llegué a la ciudad desde Colón, provincia de Buenos Aires. Vine a estudiar ingeniería mecánica en la Universidad Tecnológica. En ese momento, mi novia estudiaba comunicación social y me empezó a interesar más esa carrera y me pasé a estudiar periodismo”, afirmó. Y agregó: “Yo me crié en el campo. Soy un oyente de radio desde las 7 de la mañana hasta las 12. Las transmisiones de radio las escuchaba enteras y eso me ayudó a hacer el producto”. Con respecto a su primera experiencia laboral, Giglioni contó que “a principios de los 90 comenzamos una tira con Marcelo Lamberti, Ramiro Sánchez Ordóñez y Javier Felcaro que se llamaba ‘Pressing’; después pasamos hacer fútbol en la FM: esa fue una gran fuente de trabajo para todos los que empezábamos.  Hay que retrotraerse a esos tiempos donde no había cables, tres AM y dos canales de televisión. Y con otro espacio de deporte”, recordó. Y reflejó que “unos meses antes del Mundial de Estados Unidos 1994 pasé al equipo de AM de LT3”.

Al año siguiente, Walter Hugo lo contactó para formar parte del equipo de Radio 2 junto a Lamberti y el puesto de comentarista estaba libre. Así llegó a ocupar la vacante en un partido de verano. “Nacional de Montevideo vino a jugar un amistoso con Newell’s y yo comentaba porque no había otro. Al día posterior, el periodista Jorge Da Silveira va a tomar un café con el productor y le cuenta que falta un comentarista y dice ‘¿el pibe se te va?’ y le responden ‘no, ese es el cronista’. Así, con 26 años empecé a comentar y después llegó la Copa América en Paysandú. Esa cosa de que se alinean los planetas, siempre se lo agradecí”, describió. Y comentó que “en ese torneo nació el boletín de calificaciones”.

Sobre la dupla que formó con Walter Hugo, Claudio opinó: “Yo era un velerito que venía navegando y él fue un muelle donde me pude amarrar. Cuando empecé a comentar tenía 26 años, si él decía algo era muy fácil que me sacaran. Me aguantó cuando no tenía chapa. En una ciudad donde hay comentaristas de mucho peso, el tipo me bancó el proyecto”.

Así fueron los primeros pasos de Giglioni. “Nunca me imaginé todo esto. En el campo donde yo estaba todo quedaba alejado. Me crié en una situación de medios donde los programas de Buenos Aires llegaban con siete días de retraso. Me encantaba todo, yo relataba pero lo veía como algo inalcanzable”, afirmó. Y agregó: “Mi padre trabajaba en el campo, sospecho que fue una gran decepción para él no seguir ahí. Cuando dije que me iba a dedicar a esto, el apoyo no fue mucho. Fue muy duro venir a estudiar porque siempre era muy costoso y se buscaba seguir las carreras más tradicionales. Hoy pienso para atrás y este Claudio no sé si tomaría estas decisiones”.

El reconocido periodista es casado, y habló sobre la relación entre el fútbol y la familia. “Yo jugaba al fútbol cuando la conocí a mi actual esposa, y en 1987 me casé”. Y añadió: “Yo era viajante y mi mujer siempre fue mi apoyo. Luego, el periodismo y el fútbol se convirtieron en un medio de vida y ella tuvo mucho que ver con eso”.

Además, tiene dos hijos: una de 24 y otro de 12 y por su profesión los domingos, que es el día de descanso, Claudio siempre estuvo siempre trabajando en la transmisión de los partidos. “Aún no me reprocharon nada. Pero en la vida uno firma pagaré en blanco que algún día te lo van a cobrar. Hubo cosas que me generaron eso pero las pasiones se militan. No hay mejor forma de honrar a los que vos querés que trabajar y sacrificarte por los que querés. Mi nene se confirmaba y le mandé un mensaje explicándole esto. Aunque algún día te la cobran”, concluyó.

Giglioni íntimo

¿Una pasión?

El fútbol y la radio.

¿Qué música escuchas?

Escucho todo lo que me conmueve. Lo que me llega es Charly García y Pink Floyd.

¿Una película?

El Padrino.

¿Un día en la semana?

El que hay partido.

¿Un libro?

Leo muchas biografías de personas. Y mucha historia. El que más me marcó es la biografía de Alejandro Magno.

¿Un programa de radio?

Rapidísimo, un magazine formidable. Y la Oral Deportiva, estaba siempre.

¿Una virtud?

Un apasionado. Dentro de eso, está el amor y el odio.

¿Un sueño?

Irme antes de toda la gente que quiero, aunque es egoísta.

Si no fueras periodista, ¿a qué te hubieses dedicado?

Me imagino en algo que tuviera que ver con el habla. La herramienta comunicacional es fundamental.

¿Qué significa Rosario para vos?

Fue la ventana a todo. El lugar donde puedo ser feliz. Soy nacido acá. En el Británico y volví hace 25 años.

¿Qué significa la política?

Una  herramienta necesaria para poder convivir. Después vienen las ideologías, las formas. No creo en la anarquía.

¿Qué significa Newell’s y Central?

Son los vehículos donde pude desarrollar la comunicación. Acá se me permite hacer las  transmisiones.

¿Qué opinión tenés del clásico suspendido?

Una vergüenza propia. Todas tenemos una parte de culpa. Le sacaron el arco al fútbol. Hay que poner la pelota contra el piso y devolverla a la cancha.

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