La pintura rococó tuvo su etapa de fama en pleno auge de aristocracia despreocupada por cuestiones morales. Frescas praderas y risueñas mujeres mostrando osadamente sus tobillos mientras se columpiaban desafiantes bajo la mirada de los libertinos.
Algo así podríamos pensar que se inaugurará este jueves en el WIP del Café de la Flor: el verde del paisaje con el fuego interno de los sujetos que se bambolean en sus golosas ansias por más placer.
Noëlle Lieber y Lisandro Arévalo serán los artistas encargados de mostrarnos cómo sería una cita posmoderna en “UN PARQUE FRANCES”. Un caótico juego de sensualidades y sexualidades chorreando desmedidos deseos sin perder la postura del “yo no fui” o la del “a mí me gusta”.
Al espectador sólo le tocará elegir en qué bando prefiere pasar su jornada de relax.
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