El Hincha

#ClásicoRosarino

Cero en todo: Newell’s y Central aburrieron en el Coloso

La Lepra, que fue de mayor a menor, nunca pudo encontrarle la vuelta a un Canalla que con muy poco casi lo gana sobre el final, aunque allí apareció la gran figura del arquero Alan Aguerre


Foto: Juan José García

Tanto a Newell’s como a Central no se les cayó una idea en toda la tarde y el Clásico de Rosario terminó en un 0-0 grande como el Coloso Marcelo Bielsa, escenario de un duelo donde se metió mucho más de lo que se jugó.

Arrancó mejor la Lepra. Lo cerró mejor el Canalla. Empujado por su público, el equipo de Héctor Bidoglio salió con ambición a plantarse en terreno rival, pero jamás pudo encontrarle la vuelta al libreto que interpretaron los de Bauza, que tras aguantar sin pasar zozobras los embates del local, dispusieron de dos o tres chances claras para ganarlo en el tramo final del encuentro.

Newell’s fue de mayor a menor. El Canalla hizo lo contrario. El local buscó poner la pelota al piso para explotar las cualidades de sus tres “viejitos” y dejar a Leal de cara al gol. Pero ni Formica, Maxi Rodríguez o Figueroa lograron hacer pesar su jerarquía ante un Canalla demasiado bien plantado en su campo.

Un cabezazo de la Pantera Leal que Ledesma resolvió sin dificultades mandándola al córner fue todo lo que generó la Lepra en los primeros 45 minutos, en los que manejó la pelota ante la pasividad de un Central que ejecutó a la perfección el guión de Bauza.

El ingreso de Insaurralde por un inexistente Figueroa fue la carta que jugó Bidoglio para buscar romper el cerrojo defensivo canalla. No funcionó. Encima el insoportable calor empezó a hacer mella en sus jugadores y el desgaste hecho en la primera etapa empezó a pasar factura. Era el momento de Central.

Pero Bauza se acordó tarde de que tenía armas para ganarlo. El ingreso de Herrera fue el envión que necesitaba el Canalla para animarse a ir a buscarlo, aunque quizá se demoró la entrada de Lovera para jugar por el carril que defendía Bittolo, quien tuvo una tarde para el olvido.

Así y todo, Central dispuso de dos chances clarísimas para ganarlo en la recta final del partido, pero en ambas chocó con la sólida figura de Alan Aguerre, hoy por hoy la única garantía que ofrece Newell’s.

Y eso fue el partido. Apenas un esbozo de intención de la Lepra en la primera mitad y los embates del Canalla en los últimos minutos. Después fue todo fricción. Esta vez, el espectáculo faltó a la cita en el Clásico de Rosario.

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