“El arranque nos va a costar”, había dicho Miguel Ángel Russo antes de iniciar este nuevo ciclo en Rosario Central. Seguramente, cuando acuñó aquella frase, el carismático DT canalla acertó el pronóstico. Aunque no imaginó que al equipo le iba a costar tanto, en ese primer período, para hacer pie en la divisional.
Es que, de los primeros once partidos de esta temporada de la B Nacional, los auriazules perdieron cinco; casi la mitad. Y apenas si ganaron tres e igualaron los tres restantes.
Pero después, la situación se modificó en forma sustancial. La producción inicial contrasta notablemente con lo hecho por Central en las once fechas siguientes. Tras la última derrota sufrida en el torneo, en la fecha once ante Douglas Haig de Pergamino en Arroyito, los de Russo cosecharon diez éxitos y un empate.
Pueden señalarse muchos motivos para entender esta notable diferencia. Pero hay uno que asoma por encima del resto: la conformación del equipo. Sí, lo que más le “costó”, pero mejor le rindió, a Russo, fue encontrar el once inicial. Tanto tiempo le llevó lograrlo, que el técnico estuvo cerca de perder el cargo; una circunstancia que hoy, a la vista de los resultados posteriores, ningún dirigente auriazul se atrevería a reconocer.
Para muestra, vaya un ejemplo. Sólo cuatro futbolistas que fueron titulares ante Huracán en el partido de la primera ronda empatado en el Gigante, estuvieron desde el arranque el último lunes, en el encuentro ganado como visitante ante el Globo.
Los sobrevivientes de aquel equipo constituyen la mayor parte de los seleccionados para jugar en estas 22 fechas del campeonato: Mauricio Caranta, Franco Peppino, Jesús Méndez y Diego Lagos. Claro, sería injusto no señalar también en este grupo, a Paulo Ferrari. Es que el Loncho no jugó ante los quemeros en la primera rueda porque estaba lesionado. De otra forma, Russo lo hubiera incluido entre los titulares.
De todos modos, queda a la vista que, para encontrar el equipo ganador que hoy acumula diez victorias en fila, Russo tuvo que cambiar más de la mitad de los nombres.
José Luis García y Héctor Bracamonte, los hombres de ataque de aquel entonces, ya no están en el club. Y aunque se quedó, Javier Yacuzzi no es tenido en cuenta por el entrenador. Otros, como Carlos Casteglione, Nicolás Freitas y Alejandro Gagliardi, son elenco estable del actual banco.
Como contrapartida, Nahuel Valentini, Rafael Delgado, Nery Domínguez, Hernán Encina y Antonio Medina, fueron ganando terreno hasta hacerse acreedores de un lugar que, al menos hoy, está fuera de discusión en base a buenas actuaciones y sobre todo no bajar los brazos.
Hora de conclusiones
Este simple análisis deja a la luz, al menos, dos cuestiones. La primera, varios de los jugadores que eligió el técnico para arrancar el torneo, no estuvieron a la altura de las expectativas. Aún cuando, los mencionados anteriormente, llegaron al club en calidad de refuerzos. Esto expone también lo difícil que ha sido en este último tiempo, en general, contratar a jugadores que rindan en el club.
La segunda, es innegable que, más allá del tiempo que le llevó, Russo tuvo la capacidad para encontrar los intérpretes que necesitaba para llevar adelante su idea. La realidad así lo demuestra. Y lo disfruta el hincha de Central, con el equipo primero en la tabla, cómodamente instalado entre los tres que ascienden, y con ocho puntos de ventaja sobre el cuarto.
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