El Hincha

Central perdió hasta el orgullo

Central dio pena en la despedida, Méndez se hizo amonestar para irse cuánto antes. Todo es un desmanejo y Palma no parece ser solución.

Cuando se dice que un equipo juega por nada, jamás se hace referencia al orgullo. La frase refiere a las posibilidades matemáticas de alcanzar un objetivo. Como tal, sí puede afirmarse que Central jugaba por nada. Lo que no se negocia es el orgullo, y Central mostró que ya lo perdió. Al menos sus jugadores y técnico, porque Omar Palma es el responsable de los actos del equipo que pone en cancha. Y ayer Central fue una vergüenza para su historia. Perdió su séptimo partido como local, y ni siquiera tuvo el valor de entregarle una victoria a 25 mi hinchas, quienes cargados de tristeza siguieron bancando hasta el final. Y Palma también es responsable, no le pasa por el costado la situación. Al menos falló en mentalizar a sus jugadores que el orgullo por la camiseta no debe regalarse.

Aldosivi llegó a Rosario para cumplir, y ganó. Como otros seis rivales en el decorado de una campaña para el olvido. Una señal de alerta para el futuro. Mucho se habla por estos días de cambios en el cuerpo técnico del chaqueño Palma, y su autocrítica puede ser la pregunta de momento.

Llegó con el equipo a seis puntos de la promoción, y dos fechas antes del final estaba a ocho, es cierto que el porcentaje de puntos obtenido lo pone por encima del resto. ¿Vale de algo? Sí nunca estuvo cerca de conseguir una plaza para jugar la tan ansiada Promoción. Cuál es la autoridad del técnico, salvo que el tema haya sido hablado de antemano, si Jesús Méndez comete la cantidad de faltas necesarias para ver la quinta amarilla y adelantar sus vacaciones.

Cristian Daniele, Matías Quiroga, Hernán Castellano y Hernán Giuria, además de gente que trabaja en la seguridad son discutidos hoy por Omar Palma. ¿Y él? Qué hizo, o que puede mostrar para que le otorguen todo el poder que reclama. Los directivos, y el mánager, Gonzalo Belloso, ya se equivocaron bastante. Es un buen momento, absolutamente necesario, para analizar minuciosamente los pasos a seguir. No pueden volver a fracasar. Dijo el verborrágico Norberto Speciale de Palma, “necesita hacer experiencia antes de dirigir Central”. Y si el presidente, por una vez, tenía razón. Ese es el dilema a resolver.

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