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Central nunca se rindió y pudo darlo vuelta

En un electrizante partido los de Russo terminaron ganándole 3 a 2 a Atlético Rafaela en el Gigante tras ir 2 a 0 abajo. Albertengo y Vera pusieron en ventaja a la visita, mientras que Encina, en dos ocasiones, y Medina torcieron el resultado.


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No apto para cardíacos. Tranquilamente pudiera haber estado ese cartel ayer en el Gigante de Arroyito. Es que el encuentro que protagonizaron Central y Rafaela fue emocionante, cambiante y por momentos muy parecido a un partido de country. Lo cierto es que lo ganó el Canalla y va firme en busca del objetivo.

Lo perdía sin merecerlo, recibió el perdón de Rafaela, no le cobraron un claro penal a Luna, el juez le inventó un penal en contra y su rival estiró la ventaja; tuvo un penal a favor y lo atajó el arquero, el juez le regaló un penal que no fue y Conde lo volvió a atajar.

Así de cambiante fue el partido para el Canalla, que no jugó como lo venía haciendo pero tuvo la grandeza de ir a buscarlo siempre y terminó llevándose el premio mayor.

formacionesDe arranque se vio que iba a estar lleno de condimentos y los 90 minutos terminaron dándole la razón a las seis situaciones claras de gol que hubo antes de los veinte. Caranta tuvo que aparecer en plenitud, porque sus defensores no agarraban a nadie. Los delanteros de la Crema se cansaron de errar goles después de que Albertengo había marcado el camino.

Baliño también fue un actor principal, al juez le quedó grande el partido y obvió un penal a Luna. Pero después cometió el peor pecado para un árbitro: cobró lo que no era. Un penal que no fue para la visita y otro que tampoco fue para el local.

Si bien los primeros cuarenta y cinco fueron buenos, el complemento fue sinceramente emocionante, electrizante. Rápidamente el Canalla se encontró con otro gol en contra, pero nunca se resignó. Y siempre creyó que se podía. Entonces fue cuando apareció Encina, la gran figura de la cancha, que fue vivo para anticipar a todos y de cabeza marcar el primero. Y tuvo una corazonada de potrero para convertir el tercero.

Central ganó porque nunca se rindió, a pesar de tener todo en contra. Pero principalmente terminó llevándose los puntos porque el rival no tuvo jerarquía para administrar la ventaja, le dio vida y eso fue fatal.




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