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Central: muy lejos del objetivo

Los jugadores, el cuerpo técnico y la dirigencia tienen que pensar en un futuro sin margen de error. Porque sino...

Lo mejor que le puede pasar a Central es que está llegando el final del año futbolístico. El auriazul cosechó hasta aquí nada más que 23 unidades de 51 posibles, el Canalla ganó 6 encuentros, empató 5 y perdió los 6 restantes. Estos números dan como resultado una efectividad del 45,10 por ciento.

Central no pudo encontrar el camino a lo largo de estas diecisiete fechas. Primero con Reinaldo Merlo, y a partir de la decimotercera fecha con Héctor Rivoira. Pero más allá de los dos técnicos el equipo sigue deambulando en la zona media de la tabla de posiciones.

El torneo del canalla comenzó con la presentación en el Gigante ante San Martín de San Juan. Y si bien el empate conseguido en condición de local no conformó, el rendimiento mostrado por el equipo de Mostaza no fue del todo desalentador.

Luego vino la visita a Córdoba, donde el auriazul enfrentó a Belgrano. Los primeros veinticinco minutos fueron de alto vuelo futbolístico, pero a pesar de esto no pudo sostener la ventaja y Jorge Broun terminó siendo la gran figura del encuentro.

El partido que siguió, prendió la primera luz de alerta. Central toco la lona por primera vez y encima hizo un papelón futbolístico en el Gigante ante San Martín de Tucumán.

El primero de la seguidilla de tres partidos fuera de Rosario, fue ante Patronato en Paraná. El equipo volvió a jugar mal, pero apareció por primera vez la actitud, claro que esto quedó en un segundo plano por las pésimas intervenciones que tuvo el árbitro de ese encuentro.

La primera alegría llegó el viernes 10 de septiembre ante Atlético en Rafaela. A la actitud mostrada una semana atrás en Entre Ríos, Central le sumó inteligencia y si bien el juego estuvo lejos de ser el ideal consiguió sumar de a tres por primera vez en el torneo.

Con el ánimo en alza llegó el turno de enfrentar a Almirante en Isidro Casanova en el encuentro postergado por la primera jornada. El equipo de Mostaza jugó el mejor primer tiempo del torneo, pero el resultado fue, por segunda vez, negativo y terminó perdiendo por la mínima.

Cinco días más tarde el Canalla recibió a la CAI, ya con un Mostaza cuestionado por los hinchas, y si bien logró lo más importante: la victoria. A Central no le sobró absolutamente nada frente a un rival muy discreto.

En la previa del partido en Caballito ante Ferro las ilusiones se volvieron a renovar y los simpatizantes imaginaron un claro triunfo ante el equipo de José María Bianco. Pero el equipo “hizo todo lo posible para perder” y jugó, sin lugar a dudas, el peor partido en lo que va del  campeonato.

A partir de la derrota ante Ferro vino la peor semana del entrenador, tal es así que el presidente Norberto Speciale y el mánager Gonzalo Belloso tuvieron una charla muy importante con el cuerpo técnico. Pero el plantel no quedó al margen y el máximo referente de Raza Canalla le pidió “un esfuerzo extra”.

Una semana más tarde el Canalla recibió a Deportivo Merlo y Mostaza se sentó en un banco de suplentes envuelto en llamas. Los hinchas le demostraron el descontento al entrenador, cada vez que pudieron, a pesar de la ajustada victoria por 2-1.

Con todo en contra, el técnico se mantuvo firme y preparó el último examen de este cuarto de torneo de una manera ideal y se sacó un diez. El Canalla le ganó con comodidad a Chacarita en condición de visitante y por si esto fuera poco jugó el mejor partido del campeonato.

Con la confianza renovada por parte de la dirigencia, pero con el crédito acotado de los hinchas Mostaza dirigió un nuevo partido en el Gigante y empató con Independiente Rivadavia 1-1.

La historia de Merlo como entrenador terminó luego de la caída en Corrientes frente a Boca Unidos por 2-0.

La era del Chulo

En el debut de Héctor Rivoira como entrenador el equipo mostró una nueva cara. Con mucho orden y actitud le ganó a Instituto en nuestra ciudad, y entusiasmó a los hinchas.

Pero después Atlético Tucumán se encargó de poner nuevamente las cosas en su lugar y el Canalla cayó sin atenuantes, más allá de haber hecho un buen primer tiempo en tierras tucumanas.

Una nueva presentación en el Gigante arrojó como resultado la victoria ante Tiro por 1-0 y muy poco más.

El cuarto partido del Chulo como entrenador fue más de lo mismo, el equipo jugó muy mal, sin embargo no perdió y se trajo un punto inmerecido de su visita a Unión.

El sábado todo estaba preparado para que el equipo se despidiera de su gente con una victoria. Pero nada de esto pasó y una nueva desilusión fue lo que recibieron los simpatizantes en la última presentación del equipo en Rosario en este 2010.

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