Para Juan Antonio Pizzi, el partido de mañana no será uno más. Y la percepción del técnico a un par de días de que se dispute el encuentro, no tiene tanto que ver con Deportivo Merlo, que será el rival de turno.
La situación está ligada “al clima de euforia” que, según el propio Pizzi, se vive tras la victoria obtenida el lunes pasado ante Quilmes.
Por eso, el técnico canalla sorprendió ayer al calificar al escenario previo del cotejo de mañana, como “el más complicado de todo el campeonato”.
Virtudes y defectos de lado de parte de El Charro, el concepto de Pizzi tiene que ver principalmente con cuestiones extrafutbolísticas. El mismo entrenador lo define como “sensaciones” negativas que percibe por el entorno exitista que rodea a los jugadores auriazules.
—¿Cómo está el grupo tras el triunfo obtenido en Quilmes?
—Fue buena la semana porque ganamos un partido importante pero, como dije después del triunfo, hay que seguir. Lo que pasa es que no veo que genere un clima conveniente esto de continuar con la euforia post victoria con Quilmes porque todo lo que viene ahora es mucho más duro y complicado. La situación que vivimos no me da todavía la tranquilidad que necesitamos.
—¿Cómo hacen para frenar la euforia de la gente?
—Es difícil, más allá del mensaje que podemos dar. Lo importante es que nosotros y los jugadores somos conscientes de la realidad. Pero todavía no alcanzamos lo que pretendemos, y este clima de exitismo no es beneficioso para lo que queda de campeonato.
—¿Qué preferís, que gane River, Instituto, o que empaten?
—Ese es uno de los motivos por los cuales no tengo buenas sensaciones para este fin de semana, porque estamos hablando de muchos temas. Del partido que hicimos en Quilmes, del partido de River, del ascenso…, de un montón de cosas que nos pueden distraer. Es la preocupación máxima que tengo. Además jugamos en un horario que no es el habitual y hay algunas bajas. Además, hay que tener en cuenta que Deportivo Merlo viene de tener un éxito en la Copa Argentina. Todos estos no van a ser justificativos en caso de que no consigamos el resultado, pero todo eso junto hace que haya una distracción, yeso no es favorable para nosotros. Inclusive, creo que tendremos que ser más cuidadosos que en otros partidos.
—Lo charlaste con los jugadores.
—No hablamos específicamente de esto, pero ellos son conscientes de esta situación. El momento de alegría que tuvimos el lunes tratamos de dejarlo, pero entre la gente, sus familiares, el periodismo, hablan de cosas que, si bien son ciertas, no son convenientes hablarlas en estos momentos.
—Pero desde el periodismo y desde la gente es imposible no hablar de esos temas.
—Mi mayor preocupación es esa. Que el tema pasa por una situación real que no es responsabilidad de nadie. Acá no hay culpables.
—Pero hasta los jugadores les cuesta porque así lo demostraron apenas terminó el partido contra Quilmes.
—Tal cual. Todos los motivos que di son ciertos y no provocados, sino que son consecuencia de las situaciones que se están desarrollando. Yo trato de hacer un análisis más fino de la situación, y veo esto que estoy diciendo.
—Pero, ¿tenés en claro que esto va a ir en aumento?
—Sí, pero específicamente en este fin de semana hay motivos especiales. Es más hasta hay comentarios de por cuantos goles tenemos que ganar.
—Por como hablás, describís el escenario previo para el partido más complicado del año.
—Totalmente. Hoy jueves (por ayer), la sensación es esta que digo. Si nosotros no logramos estar concentrados al máximo se nos puede complicar.
—¿Cómo va a ser la recta final?
—Creo que va a ser durísima. A nivel personal no descarto la incorporación de otro de los equipos que están ahí abajo al grupo de los que estamos arriba. Va a ser duro, como fue todo el campeonato, pero ahora potenciado porque lo que s juega pasa a ser decisivo.
—¿Qué partido imaginás?
—Contra un rival que hará un planteo defensivo con seriedad, con mucha gente; y con nosotros tratando de quebrar ese sistema defensivo.
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