El descenso de Rosario Central a la Primera B Nacional tuvo un efecto inverso al imaginado, ya que los hinchas, en vez de alejarse del club se acercaron aún más y desbordaron la sede con solicitudes para asociarse.
“Tenemos orden de no dejar entrar más gente. Hay una demora de cinco horas”, informó anoche uno de los guardias de la sede social del Club Atlético Rosario Central, de Mitre 853, en el microcentro de la ciudad.
Créase o no, Central hizo más socios desde que asumió la nueva comisión directiva encabezada por el presidente Norberto Speciale y, fundamentalmente, por el manager Gonzalo Belloso, que en cualquier otro mes de los últimos 15 años.
Central sumó más de 4 mil nuevos socios desde el lunes 5 de julio, cuando asumió la flamante comisión directiva. A modo de ejemplo, este lunes se sumaron 471 asociados, según informaron fuentes del club.
“Les pedimos a los socios que no vengan a la sede a pagar la cuota porque no damos abasto con la cantidad de gente que viene a asociarse y a renovar los abonos a platea. Vayan a las otras sedes o al Gigante porque esto es una locura, estamos desbordados”, solicitó el tesorero canalla, Eduardo Macías.
Parece mentira, pero los dirigentes canallas les piden a los socios que vayan a pagar la cuota a la subsede del estadio cubierto del Cruce Alberdi, al Gigante de Arroyito o a la ciudad deportiva de Granadero Baigorria porque la sede social está virtualmente colapsada por la gran cantidad de hinchas y asociados que hacen lo imposible por no perderse el debut de Central en la B Nacional, pasado mañana, de local, a las 19.15, contra San Martín de San Juan.
La expectativa de los hinchas canallas es tal que el hall del primer piso de la sede está permanentemente ocupado por una multitud de hinchas, que sacan su número y deben esperar varias horas para asociarse, pagar la cuota o tramitar un abono a platea.
“Saqué el número, me fui, volví a la hora y media y tuve que esperar una hora más para poder pagar la cuota y sacar los abonos a platea”, opinó el dibujante rosarino Freddy González, un hincha canalla de 46 años, en la sede auriazul. “Deberían habilitar ventanillas para los socios, que pagamos todos los meses, y no ponernos a todos en la misma cola. Igual, esto que pasa es algo que solamente puede generar Central”, agregó.
En este partido no habrá canje de tickets de populares para los socios, quienes entran gratis a la popular si tienen la cuota de julio paga, y la venta de plateas recién se hará pasado mañana, de 12 a 19, en el estadio, con un grado de expectativa tan grande que algunas fuentes canallas estiman que el Gigante quedará chico para el debut del equipo de Reinaldo Merlo.
“Tenemos que hacer la tercera bandeja, no nos queda otra. Además tenemos que ver la posibilidad de que también puedan ir a la cancha el padre y el hijo, que no son socios, pero a un precio relativamente accesible”, advirtió Ricardo, un hincha canalla de 48 años, quien esperaba en la sede para renovar su abono a platea.
Así, en sintonía con las epopeyas, mitos y hazañas de su gloriosa y centenaria historia, los hinchas de Central sumaron más de 4 mil socios en un mes, desbordaron la sede para ver al equipo y reventarán las boleterías del Gigante pasado mañana, cuando comiencen a soñar despiertos, como cuando cantan “Va a volver, va a volver, Central va a volver”.
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