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Central Córdoba, en su peor momento: quebrados

Los dirigentes no dieron señales de pago y es inminente la apertura del proceso en el juzgado 10.


charruadentro

La historia no para de asestarle cachetazos a Central Córdoba.

El club de Tablada, alguna vez ejemplo a seguir en el fútbol argentino, está atravesando las peores horas de su vida deportiva.

Consumado el descenso a la Primera C a manos de Los Andes, es inminente que la Justicia provincial abra el proceso de quiebra solicitado por falta de pago por un particular.

Ese reclamo está en manos del Juzgado Civil y Comercial Nº 10 de los Tribunales de Rosario desde hace unas semanas. El juez Eduardo Oroño ya corrió vistas al club, pero la respuesta no deja demasiadas alternativas, según pudo saber El Ciudadano.

El juzgado notificó del reclamo a la entidad deportiva de zona sur, pero los dirigentes demoraron la comparecencia –quizás a la espera del desenlace de la batalla deportiva que los charrúas mantuvieron hasta el fin de semana pasado y que terminó en el descenso de categoría– y ayer dieron señales de que no están en condiciones de hacer frente a esa y otras deudas, y menos después del descenso. Al no hacer propuesta de pago alguna, no queda demasiado margen de acción que no sea abrir la quiebra, lo cual el juez resolvería hoy mismo o lo sumo en los próximos días.

Ayer en el Juzgado Civil y Comercial 10 estaban chequeando si en el juzgado 12 había un pedido similar de otros acreedores de Central Córdoba. Si esto es así, los expedientes se  acumularán, pero no por antigüedad sino en aquel juzgado que primero abra la quiebra.

El juzgado 12 está a cargo de Hernán Bellizia, que al igual que Oroño intervino en algún tramo del proceso de salvataje y regularización de deudas del Club Atlético Newell’s.

El descenso, un resultado (Por Daniel Domínguez)

Mucho se habló de lo deportivo, de los dirigentes, de los barras. Mucho se habló y ese fue el problema.

Es que en Central Córdoba se viene hablando mucho y haciendo nada desde años y si en algún momento el club obtuvo alegrías futbolísticas fue gracias a los planteles de jugadores y entrenadores que dejaron todo por una institución que pocas veces les dio algo.

La comisión directiva de Córdoba equivocó el camino y lo sabe. El problema es que no lo puede decir porque quedaría de manifiesto su culpa por un nuevo descenso a la Primera C. Es más fácil caerle a los jugadores o hasta los periodistas. Y aquí los dirigentes se manejaron como barrabravas amenazando a los hombres de prensa.

El descenso fue sólo un resultado. Uno que a medida que iban pasando las fechas era cada vez más factible. Pero el problema de Córdoba no es jugar otro año en la C, el problema de los charrúas es grave.

Cuando no hay autocrítica, cuando no hay capacidad para conducir un club, cuando es más fácil quejarse que hacer, no hay otra opción que el fracaso.

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