Los fiscales del caso Paula Perassi entregaron el miércoles pasado al juez Juan José Tutau un pedido de detención para nueve personas, entre los que se encuentran civiles y altos jefes de la Unidad Regional XVII de San Lorenzo, sospechados de tener participación en la desaparición de la mujer, ocurrida el 18 de septiembre de 2011. Ahora, el magistrado Tutau –quien tomó el caso hace más de un año, cuando su par Eduardo Filocco pasó al nuevo sistema penal– tiene que decidir si revoca la falta de mérito dictada a los dos principales imputados y también si firma las órdenes de captura. En este marco, el próximo lunes el Equipo Argentino de Antropología Forense empezará a buscar el cuerpo en una cava que está custodiada por personal de Gendarmería. “Esperemos que el juez firme las detenciones”, dijo ayer Alberto, padre de la víctima.
En el escrito que pide la detención de nueve personas los fiscales Donato Trotta y Ramón Moscetta hacen un detallado informe sobre el rol que le asignan a cada sospechoso en la causa que está a cargo del juez Tutau y que tiene como carátula “privación ilegítima de la libertad, seguida de aborto contra voluntad y posterior muerte”.
Según la hipótesis de la Fiscalía, que coincide con la querella representada por los abogados Adrián Ruiz y José Ferrara, Paula fue llevada contra su voluntad a practicarse un aborto, y luego murió desangrada. Tras lo cual se puso en marcha el encubrimiento.
La petición de los fiscales está dirigida contra el empresario Gabriel Strumia y su empleado Antonio Darío Díaz, para que amplíen su indagatoria y se disponga la prisión preventiva, junto con la solicitud de revocarles la falta de mérito –en su momento estuvieron procesados–. Para Roxana M., esposa del empresario; Mirta R., señalada como la partera que llevó a cabo el aborto en la localidad de Timbúes; tres efectivos policiales –Aldo G., Ramón G. y María José G.–; Jorge Krenz, entonces jefe de la Agrupación de Unidades Especiales, y para Daniel Puyol, titular de la Agrupación Cuerpos, todos de la UR XVII.
Voceros relacionados con la investigación indicaron que, a través del entrecruzamiento de llamadas, se pudo comprobar que cuando la Justicia ordenó la intervención de los teléfonos de los principales sospechosos los uniformados dejaron de lado interceptar la señal de radio de los Nextel. Además, del escrito surge que la radio era una vía de comunicación que mantenían los policías con los imputados para pasarles precisiones sobre el estado de la causa.
Largo reclamo de justicia
Hace 3 años y siete meses, Paula Perassi fue vista por última vez cuando el 18 de septiembre de 2011 salió de su casa en la localidad de San Lorenzo. Tenía 36 años, dos hijos pequeños y cursaba un embarazo. Por el caso, Strumia, con el cual se estima mantenía una relación extramatrimonial, y Díaz, su mano derecha, fueron los principales imputados en la causa hasta que la Cámara Penal les dictó la falta de mérito. En todo este tiempo, los únicos movimientos en el expediente fueron impuestos –a través de sus abogados– por el padre de la muchacha.
Alberto Perassi empezó a buscar a su hija con volantes; después se puso al frente de las marchas para pedir justicia. En esta cruzada, el hombre consiguió que se triplicara la recompensa para las personas que puedan aportar datos sobre el paradero de Paula; que a la Justicia federal le llegara un pedido para que investigue el caso en ese fuero por desaparición forzada de persona y que, el próximo lunes, el reconocido Equipo Argentino de Antropología Forense dirija las excavaciones en el predio donde un testigo afirmó que dejaron el cadáver de la mujer.
“No voy a parar”
“Desde la primera marcha dije que todo lo que pasó con Paula era como una esfera de vidrio, donde en el interior estaba todo borroso. La burbuja no se rompió pero hubo una fisura. Ahora se sabe quiénes son y también qué participación tuvieron”, contó Alberto Perassi ayer en diálogo con El Ciudadano.
El papá de Paula habló sobre las expectativas que posee para cuando comiencen las excavaciones. “Este equipo tiene un reconocimiento internacional: estoy agradecido de que hayan accedido a realizar la búsqueda. A este tan prestigioso equipo lo conseguimos nosotros, porque nadie se movió por mi hija y todo el mundo hizo silencio”, remarcó.
“Esperamos que el juez que quedó a cargo firme las detenciones para que se empiecen a mover las cosas. Muchas personas perdieron un hijo, no soy el único, pero tienen un lugar donde llorarlos. Yo no sé dónde está, no tengo dónde ir a llorarla. Tampoco sé qué decirles a mis nietos sobre lo que le pasó a la mamá. No voy a parar de luchar hasta que lo descubra”, cerró Alberto con la voz entrecortada.
Comentarios