Política

Convento de General Rodríguez

Caso López: fiscal pidió el procesamiento de tres monjas

Germán Moldes pidió hoy a la Cámara Federal porteña que procese a la monja que recibió al exsecretario de Obras Pública aquella madrugada del 14 de junio con bolsos con dinero.


El fiscal federal Germán Moldes pidió hoy a la Cámara Federal porteña que procese a una de las monjas que recibió al exsecretario de Obras Pública José López aquella madrugada del 14 de junio con bolsos con dinero en el Convento de General Rodríguez y que también sean imputadas otras dos religiosas que estuvieron ese día.

Se trata de la monja Inés quien ayudó a López a ingresar los bolsos al convento y que ella dijo creer que eran comestibles, y no dólares; a la par que reclamó sean indagadas otras dos religiosas que hasta ahora son testigos en la causa: María Antonia y Marcela.

En primera instancia, el juez Daniel Rafecas dictó la falta de mérito de la monja Ines en tanto que las otras dos nunca fueron imputadas, y paralelamente dictó el sobreseimiento de una de las madres, de 95 años, por ser declarada inimputable por problemas de salud.

La madre fue acusada por el fiscal de primera instancia Federico Delgado de haber planificado la llegada de López al convento, ya que existen contactos telefónicos entre ambos el día anterior, sumado a que ni bien ingresó el ex funcionario al lugar mantuvo un encuentro con ella de una hora.

Según Moldes, el accionar de la Madre Alba “nos remite a aquellos desbordes literarios del realismo mágico de Gabriel García Márquez”.

“No es que la edad sea impedimento natural para orquestar el encubrimiento de López, pero sí a ello le agregamos la imposibilidad de valerse por sus propios medios y el estado psicofísico evaluado por el Cuerpo Médico Forense, no podemos dejar de calificar su relato cuanto menos de fantástico e irreal y sin duda dirigido a diluir su responsabilidad penal en el acontecimiento”, sostuvo la fiscalía.

En cuanto a la responsabilidad de las otras monjas, dijo: “lejos de ser comestibles como dicen haber supuesto o imaginado las monjas, o dinero para acometer obras de reforma edilicia o construcción, resultaban artículos de lujo calificados como joyas de la relojería que no pueden haber sido llevados allí con otra finalidad que la de que fuesen mantenidos en custodia en esa casa”.

“López era un viejo conocido de la casa religiosa, la relación, cuanto menos, se remonta al año 2007”, señaló en su requerimiento que ahora será analizado por la Sala II de la Cámara Federal.

“La promiscuidad de las acciones desplegadas por las hermanas y López, se condice con igual situación respecto a la existencia en el mismo predio de esta suerte de Convento con Monasterio, cuyas ambiguas finalidades y funciones parecen diferir entre sí. Más lo cierto es que la existencia en ese lugar de un sector destinado al retiro espiritual, nada tiene que ver con los acontecimientos aquí pesquisados”, concluyó.

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