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Imágenes del naufragio

Casi todos rojos: análisis de la Fundación Banco Municipal muestra la actividad económica de enero en Rosario

Los sectores de Industria y Comercio se resintieron fuertemente en el primer mes de 2024 respecto a enero de 2023. Los derrapes alcanzan a casi todas las ramas y en Construcción el derrumbe es generalizado. En Servicios privados, con 12 subsectores, sólo uno compensó: servicios financieros y seguros


La Fundación Banco Municipal publicó un trabajo que analiza la actividad económica en Rosario tabulada por sectores, a enero de este año. Los resultados dan cuenta de una situación alarmante, con caídas generalizadas en prácticamente todas las áreas del sector industrial y comercial –que explican más de la mitad de la facturación– y que incluso alcanzó niveles de derrumbe estrepitoso en el sector de la construcción. El informe da cuenta, además, que el sector de servicios privados, que incluye desde bancos y financieras hasta transporte, energía, educación y salud, esparcimiento, fue el único que se expandió, pero lo hizo a menor ritmo que en meses anteriores. Y además de la ralentización se midió otro fenómeno: 11 de los 12 rubros que lo componen fueron a la baja, y sólo uno, el de intermediación financiera y servicios de seguros, creció a un ritmo que sobrecompensó la caída generalizada. Así, el retrato estadístico de la economía de la ciudad en enero pasado muestra los efectos provocados por las primeras medidas en el inicio de la gestión del presidente Javier Milei: un profundo tránsito barranca abajo, con una caída general de la facturación del 5,4% interanual, que retrotrajo a la economía local a niveles similares a los de 2018.

El informe de la Fundación, en base a datos del Centro de Infomración Económica, que depende de la Municipalidad de Rosario, da cuenta de la facturación privada real de la ciudad. El descenso del 5,4 respondió principalmente a la actividad de sectores industrial y comercial, que en conjunto representan alrededor de 61% de la facturación total. “Aunque no fueron los sectores que más cayeron en términos interanuales, ambos continuaron profundizando su caída, siendo Comercio el que más contracciones interanuales registró en 2023”, dice el informe: fueron 9 contra 3 de Industria.

El informe tabula que “luego de una disminución marcada en diciembre pasado, Construcción es el sector con mayor caída interanual en enero”.

“Por otro lado, Servicios privados, a pesar de ser el único sector que se expandió, lo hizo a un ritmo inferior al registrado en los meses previos, sin lograr contrarrestar la fuerte disminución en los demás sectores”.

En términos coyunturales, el trabajo da cuenta de que la economía local en su conjunto registró una contracción de 9,8% en enero; “un contraste notorio frente al resultado positivo de 5,5% en diciembre”. Pero a la vez advierte que en 2023 “hubo igual cantidad de meses con caídas que meses con aumentos en forma intercalada”, por lo que la medición de enero técnicamente aún no daría cuenta de una recesión: el criterio que toma es el seis meses consecutivos de contracciones mensuales, sumado a otros indicadores.

 

 

Grietas por todos lados

 

 

Al analizarlo por sectores, el trabajo muestra que en enero “a excepción de Servicios privados, la mayoría de los sectores económicos experimentaron una contracción”. En esa línea, Construcción se ubicó en una actividad a niveles similares a los de enero de 2021; y la misma situación se observó en Industria y Comercio, “los que se mantuvieron ligeramente por encima de los niveles de enero de 2021”.

“En contraste, el sector de Servicios privados alcanzó su nivel más alto, para un mes de enero desde el inicio de la serie en 2011, a pesar de experimentar una desaceleración en su ritmo de crecimiento en los últimos meses”.

Puntualizando, en enero de 2024, el sector Comercio se contrajo 7,2% respecto de enero de 2023 con caídas en dos de sus tres ramas. “La mayor contribución negativa provino de Comercio al por menor (-6,6%), seguido de Venta, mantenimiento y reparación de vehículos (-2,7%)”, refleja el estudio. Y detalla que “a pesar del aumento en Comercio al por mayor y en comisión, éste no fue suficiente para compensar la disminución en las otras ramas”.

El estudio marca que la caída del consumo relevada “es inevitable ante la pérdida de poder adquisitivo de las personas, producto de la escalada inflacionaria de los últimos meses (12,8% en noviembre, 25,5% en diciembre, 20,6% enero”, según midió el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Y sumó a las causas de la situación “las restricciones a los beneficios y programas estatales como Billetera Santa Fe, Compre sin IVA y Precios Justos, entre otros”.

También consideró que en un contexto como el presente “los consumidores también cambian de hábitos, migrando de primeras marcas a opciones más baratas durante periodos de crisis”.

Y marca que el Índice de ventas minoristas de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came) a nivel nacional registró caídas de 25,5% en febrero y de 12,6% en marzo, datos no presentes en el informe último local –con corte a enero– pero que “indican que el sector probablemente continúe profundizando su caída, la que ya registra cinco meses consecutivos de contracciones mensuales”.

 

Industria desarmada

 

 

La facturación de la Industria se contrajo 12,8% en forma interanual en enero, marcando el tercer mes consecutivo de caídas, resalta el informe de la Fundación Banco Municipal. Y detalla que de las onces ramas industriales, “ocho se contrajeron a una tasa promedio de 23%, con picos de 45,3% en Vehículos y equipos de transporte, de 31,5% en Fabricación de componentes electrónicos y equipo eléctrico y de 24,8% en Minerales no metálicos”, subsectores que presentan las mayores caídas porcentuales.

Sin embargo, puntualiza que “aunque Metales, productos de metal y maquinaria fue la rama que menos se contrajo en comparación con las demás, su contribución negativa en la variación interanual del sector, es notable”.

“Esta situación, que se agravó en el último bimestre del año pasado, tiene sus raíces en los efectos negativos de la sequía y la escasez de insumos importados clave para la producción, debido a la falta de divisas y financiamiento del exterior, lo que derivó en paradas de plantas y adelanto de vacaciones en varias industrias de la región y la ciudad”, amplía el análisis. Y también toma en cuenta que en enero pasado se registró un aumento interanual del 240,1% en el Índice de Precios del Sector Automotor, salto descomunal que “podría estar relacionado con la disminución en la venta de automóviles y equipos de transporte a nivel local”.

Además, la “pérdida de dinamismo” en el consumo minorista, “probablemente también repercuta sobre el nivel de producción local, en especial la producción de alimentos y bebidas que es la segunda rama con mayor peso en la industria”, continúa.

“Por otro lado, la paralización casi total de las obras de construcción se debe tanto a decisiones del gobierno nacional sobre la obra pública como al aumento de los costos en el sector privado”, detalla, considerando que el parate también “ejerce una presión negativa sobre la producción en sectores como el hierro y el acero”.

“En los últimos meses, la Industria presenta varias caídas mensuales”, completa, marcando que la tendencia “también muestra múltiples caídas mensuales consecutivas”, que en enero pasado registró una nueva contracción, del 2,1%.

 

En demolición

 

 

 

En el sector Construcción, al que el trabajo de la Fundación Banco Municipal hizo referencia, la facturación cayó 42,4% interanual en enero, “profundizando la caída de 32,8% de diciembre pasado”.

El análisis da cuenta de que en el primer mes de 2024 “todas las ramas del sector disminuyeron” en términos interanuales, pero alcanzando niveles superlativos en Construcción, reforma y reparación de obras de infraestructura para el transporte (cayó un 69%), y en Construcción de proyectos de servicios públicos (-47,7%). Casi al mismo nivel Construcción y terminación de edificios y sus partes se precipitó un 46,2%, “siendo esta última la que más influye en el comportamiento del sector”.

Para el análisis, “estas dificultades se relacionan con el fuerte aumento de los costos en los últimos meses y con la paralización de la obra pública debido a decisiones del gobierno nacional”.

Y puntualiza que según datos de la Municipalidad de Rosario, en diciembre pasado los permisos de construcción otorgados cayeron 33,1% en forma interanual, mientras que la superficie en metros cuadrados destinada a obras disminuyó 62,8%, también respecto a diciembre de 2022.

El derrumbe continuó en enero de 2024 con una caída en los permisos del 23,5% respecto a enero de 2023, y la disminución en la superficie fue del 13,3% interanual.

“Además –detalla el trabajo– el Índice de Precios de la Construcción de la ciudad registró un aumento mensual de 65% en diciembre 10 y de 7,5% en enero”, en los materiales. La situación encarece la actividad, y probablemente también la resiente, lo cual explica lo que midió el análisis: “La facturación del sector registra cinco caídas mensuales consecutivas”.

Barranca abajo y banca arriba

 

 

 

En cuanto al sector Servicios privados, el trabajo midió una expansión del 5,3% en enero de 2024 respecto a enero de 2023. Pero con un fenómeno: “la contribución positiva de la rama de Intermediación financiera y servicios de seguros, que logró revertir la caída de las otras once ramas”.

“Estas últimas presentaron una contracción interanual promedio de 14,2%, con una marcada disminución de 30,5% de Servicios artísticos, culturales, deportivos y de esparcimiento y de 25,4% de Enseñanza”, continúa el análisis. E interpreta: “Esto sugiere, al igual que lo observado en diciembre, una reestructuración en los presupuestos familiares debido al aumento en los costos de contratación. Ante la suba de precios, las familias reducen gastos en servicios de ocio y entretenimiento, mientras que, en educación y salud, considerados esenciales, realizan cambios de proveedores, optando por servicios educativos y de salud públicos en lugar de privados, eligiendo planes de salud más accesibles o posponiendo tratamientos dentro del sector privado”. También presume como “probable” que “la facturación de servicios de salud continúe disminuyendo en los próximos meses, dado que el proceso para cambiar de proveedor no es inmediato, lleva aproximadamente tres meses en completarse”.

En ese marco, “y a pesar que los costos de la salud privada han aumentado nuevamente en abril”, el análisis advierte que “no se puede conocer de antemano cómo seguirá la facturación del rubro, ya que los ingresos de las familias han comenzado a recomponerse paulatinamente con las recientes paritarias”.

Por otra parte –agrega– en la caída de la facturación en el sector inmobiliario “resulta importante tener en cuenta” los efectos derivados de la derogación de la ley de Alquileres: “En los contratos donde la ley sigue vigente, si se considera el Índice de Contratos de Locación, la variación de precios entre enero de 2023 y enero de 2024 fue bastante menor que el Índice de Precios al Consumidor” (147,5% contra 260%, según los índices del Banco Central en el primer caso y del Instituto Provincial de Estadística y Censos en el segundo) “lo cual podría indicar una menor caída en la facturación real”.

“No obstante, en el caso de las renovaciones, donde es probable que los aumentos de precios hayan superado al índice promedio, es probable que la caída en el sector sea aún más pronunciada”, toma en cuenta el análisis también.

Con todo, en el sector el comportamiento es acorde al panorama general: “En términos mensuales, la facturación del sector en su conjunto se contrajo fuertemente en enero, tras la considerable suba de diciembre”, dice el trabajo, y marca que la tendencia en el sector “ya mostraba cierta desaceleración y había cambiado de dirección en octubre pasado”.

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