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Capital y Gran Buenos Aires: sigue la odisea para conseguir combustible

Continúan las largas colas en las estaciones de servicio de Capital y provincia de Buenos Aires para cargar combustible. Aseguran que las refinerías "están trabajando a full" y que para el jueves se normalizará el abastecimiento de naftas.

Miles de automovilistas hacían fila este mediodía para cargar combustible en distintos puntos del país, ante las dificultades que aún persisten en el abastecimiento de las estaciones de servicio.

Los expendedores estiman que la situación podría normalizarse hacia el fin de semana, pero la imagen de los últimos días, con largas filas de vehículos en torno a las estaciones de servicio, persiste.

Los problemas para cargar combustible se registran en las principales operadoras del mercado: YPF, Esso, Shell y Petrobras.

En algunos casos, solo se venden las naftas premium, ante la falta de la “súper”, aunque también hay dificultades con la provisión de gasoil.

La demanda aumentó con fuerza desde mediados de la semana pasada, a raíz de las Fiestas de fin de año, y así las estaciones de servicio no pudieron atenderla.

Por su parte, el secretario de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos (Cecha), Raúl Castellanos, consideró que en las próximas 48 horas, “tiene que estar solucionado” el abastecimiento de combustibles.

“En estas 48 horas tiene que estar solucionado el tema del combustible, ya que la nafta no se acabó y las refinerías están trabajando a full”, sostuvo el dirigente.

En declaraciones a Radio de la Ciudad, Castellanos estimó que “razonablemente, esta situación debe normalizarse luego de que todo el mundo haya llenado el tanque, y así las estaciones repondrán sus stocks. Lo que pasó fue que en Buenos Aires hubo una corrida de clientes porque la gente se preocupó bastante y salió a cargar ante la duda de que se no haya más nafta”.

A su criterio, “hubo una conjunción de factores que provocó el cuello de botella el fin de semana. Hemos tenido el consumo extraordinario de Navidad y una situación no totalmente normalizada en materia de producción de petróleo por la huelga de empleados jerárquicos de YPF en la Patagonia”. “Entonces, hubo una demanda muy grande y una oferta limitada”, puntualizó el empresario.

Castellanos insistió en que “el conflicto gremial (de YPF) fue el desencadenante y se dio en el marco de un país que está un poco ajustado de combustible. La capacidad de destilación de las refinerías está al límite de su producción. Y además, la capacidad de producción de gasoil es todavía insuficiente por falta de inversiones en el sector”.

En contraposición con la opinión de otras entidades del sector, afirmó: “no creo que las compañías petroleras tengan el combustible y voluntariamente estén desabasteciendo el mercado. Acá hay un problema crónico de capacidad ajustada de abastecimiento por falta de producción. Quizás la política de congelar los precios no ha sido la más acertada”.

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