Ciudad

Capacitaciones para todos

Un proyecto votado por vecinas y vecinos del Presupuesto Participativo permitió que unas 650 personas de distintas edades aprendieran oficios. Entre los cursos más solicitados estuvo el de computación.

El lugar de encuentro fue el Teatro La Comedia, donde unos 640 estudiantes recibieron los certificados correspondientes a los Cursos de Capacitación en Oficios 2011, al que concurrieron durante el primer semestre del año forma gratuita y que brindó la Municipalidad de Rosario en el marco del Presupuesto Participativo. En total se dictaron 40 cursos en distintas instituciones de administración, computación, mecánica, servicios personales, comercialización, textil y ventas. Detrás de cada una de las personas que asistieron a estas capacitaciones, se esconden historias que atraviesan todas las edades, las clases sociales y las motivaciones.

“El que no aprende computación está desubicado en todo. Me enteré por un amigo del curso de computación, me anoté y empecé de cero. Fue muy práctico y hubo mucha teoría. El mes que viene inscriben para un curso más avanzado y lo voy a hacer”, afirmó con entusiasmo Mario Borelli, de 77 años.

Gustavo Ledesma tiene 42 años, es bombero y se anotó junto a su esposa al curso de cocina. “Aprendimos mucho: salsas, carne asada, pollo relleno, pastas, quiero prepararme para conseguir otro trabajo. Me voy a anotar a otro curso de cocina más acelerado, estoy muy contento”, afirmó.

María Marcela Aguilar, esposa de Gustavo, es empleada doméstica y también hizo el curso de cocina: “Hacíamos pastafrola, galletitas, de todo un poco, la comida si querías te la llevabas a tu casa, sino la podías comer ahí mismo. Quiero seguir haciendo cursos de cocina porque me encanta cocinar”, explicó con tono de satisfacción.

Lidia Trangoni tiene 75 años y hace manualidades. “Vi que dictaban cursos de computación y me anoté.  Yo hago manualidades y algunas de las cosas que hago las vendo en locales, en las ferias. Me piden mucho jarrones de telgopor reciclado. Lo aprendí porque mi papá se dedicaba a hacer esto, aprendí con él y con los años empecé a practicar. Hace tres años que estoy con esto, quiero tener un conocimiento de lo que es una computadora y cómo manejarla. Los profesores son buenísimos y pacientes. Estoy esperando el lugar para hacer manualidades”, afirmó la mujer con una gran sonrisa.

“Hice el curso de computación, quiero independizarme, trabajé en el Frigorífico Swift y me echaron y ahora vivo en un geriátrico. Me quiero dedicar a buscar trabajo, me anoté en la bolsa de trabajo de la Municipalidad, también voy a anotarme en el curso de panadería. Hago una vida dentro de todo normal, me levanto, voy al Centro de Vida, hago mandados, voy a la iglesia los domingos. El curso me encantó, el profesor macanudo y me prestó atención”, afirmó Ernesto Win.

Ángel Villalba es un joven de 19 años que está buscando empleo y terminó el curso de asistente administrativo. “Nos hacían hacer documentos escritos, llenar documentos, facturas, remitos, cheques. Aunque no estaba en el plan, nos enseñaron Excel. Quiero anotarme en el curso de asistente contable”, concluyó.

Por su parte, Zulema Santacruz tiene 67 años, hizo el curso de Cosmetología y Maquillaje y tiene media beca para trabajar en un instituto de cosmetología.

Trabajo

La subsecretaria de Economía Solidaria, Susana Bartolomé, destacó que la gente se capacitó en oficios que implican un millón de pesos del Presupuesto Municipal. Anualmente asisten alrededor de cinco mil personas. Los otros certificados, para llegar a esos cinco mil, los otorga el Centro de la Juventud, porque capacita a jóvenes, y el Área de Mujer, que tiene un cupo asignado, específicamente en rubros no tradicionales, como por ejemplo, albañilería.

“La población que hace estos cursos es porque está excluida del mercado laboral y nosotros le brindamos los cursos para adquirir las capacidades y mejorar su entrenamiento para el trabajo. Si bien no sabemos cuántas personas ingresan al mercado laboral, empíricamente, sabemos que a muchas personas les sirve para mejorar sus condiciones de empleabilidad”, aseguró Bartolomé.

Por su parte, Pablo Seghezzo, secretario de Promoción Social, destacó: “Estamos muy satisfechos y contentos, entregamos los certificados para la gente que decidió capacitarse en oficios, como facturación, servicios de albañilería, herrería, carpintería, telemarketing y que denota las ganas de las personas de mejorar, capacitarse y conseguir un empleo. Esto sintetiza dos líneas políticas importantes de nuestra gestión, que es la generación de empleo y la de integración social a través del trabajo y no del asistencialismo, sino de la generación de empleo genuino. Es un crecimiento muy importante como sociedad; y felicitamos a los 640 egresados que, la verdad, es una fiesta para nosotros”.

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