Selva Herbón, la madre de la nena que permaneció con respiración asistida durante los 3 años que duró su vida –caso que inspiró la ley de muerte digna– y que fue desconectada y falleció el jueves pasado, dijo ayer, en sus primeras declaraciones luego del deceso de su hija, que “Camilia está en paz”, que seguirá su lucha para que se reglamente la ley en todo el país y que pedirá una audiencia a la presidenta de la Nación Cristina Fernández.
Herbón reconoció que para llegar a darle a su hija una muerte digna recorrió “un camino muy, muy largo”, al tiempo que recordó cuando allá por febrero de 2011 se comunicó con Susana Bustamante, la madre de Melina González, quien también pidió “el derecho a morir dignamente”. “Ella también había descubierto que existía un vacío legal”, dijo.
Camila murió el jueves pasado en el Centro Gallegos de la ciudad de Buenos Aires, luego que un equipo médico le desconectara del cuerpo el botón gástrico que la alimentaba, la vía que la hidrataba, y la traqueotomía por la cual recibía oxígeno.
“Quiero que se reglamente esta ley nacional”, dijo , y aclaró: “La ley se llama de derechos de los pacientes en relación con las instituciones de salud, y no sólo contempla la muerte digna, sino muchos derechos de los pacientes”.
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