Policiales

Violencia institucional

Calor intenso y falta de agua: un infierno para mujeres y niños en prisión

Internas del pabellón maternal del complejo penitenciario de barrio Santa Lucía elevaron una nota para denunciar las condiciones de detención que hacen "insoportable la vida para toda la población”


Internas del pabellón maternal de la cárcel de mujeres denunciaron condiciones inhumanas de detención.

Según una nota que elevaron a distintos medios de comunicación para visibilizar la situación, las falencias en ese sector donde conviven madres, embarazadas y niños recién nacidos hasta cuatro años de edad, son múltiples.

Escasa cantidad de comida, carente de nutrientes y en mal estado, falta de agua para beber e higienizarse, calores intensos en una estructura de concreto sin ventilación natural, artificial ni aire acondicionado y maltratos constantes por parte de las autoridades que las amenazan con distintos castigos cada vez que formalizan reclamos ante la pérdida de derechos básicos.

La cárcel, un castigo que se agota

La mayoría de los reclamos que manifiestan en un texto de diez items fueron tratados durante el año en dos hábeas corpus correctivos presentados por la defensoría pública. Pero cada vez que la Justicia insta a que se regularice la situación, las adecuaciones se respetan unos pocos días y luego vuelven las falencias a la vida cotidiana intramuros, según aseguran las internas que además sienten temor a ser castigadas por visibilizar sus reclamos.

Es que en ese contexto de vulnerabilidad, las mujeres denuncian que cada vez que exigen derechos son amenazadas por las autoridades con medidas disciplinarias que agravarían más sus condiciones de detención como el encierro en buzones de castigo, el traslado a unidades penitenciarias fuera de la ciudad o la suspensión de salidas transitorias por anotaciones de mala conducta.

“Nosotras estamos con los chicos acá. No estamos pidiendo libertad o arresto domiciliario. Estamos pidiendo que mejoren las condiciones de vida como corresponde. Nuestra pena es la pérdida de la libertad, ése es el único derecho que perdemos. Nuestras niñas, niños son ciudadanos que tienen que gozar de todos sus derechos cómo la ley lo manda”, reza el comunicado que las internas hicieron llegar a distintos medios de comunicación.

Denuncian reiterados casos de malos tratos y pésimas condiciones de salud en la cárcel de mujeres

En el texto cuentan que en el pabellón conviven 15 mujeres de las cuales 4 están embarazadas, junto a 8 niños menores de cuatro años, algunos con pocos días de vida.

Luego enumeran distintas irregularidades comenzando con la alimentación. Aseguran que es “escasa” y con “pocos nutrientes” para la etapa de crecimiento de la primera infancia.

También refieren que hay niños “que la alimentación natural de su madre no les alcanza y no acceden a leche en polvo o fresca: se alimentan a base de zanahorias y pollo hervido, pero la carne la mayoría de las veces está en mal estado”.

La lista continúa con falta de pañales, repelente y antialérgico para picaduras, ya que en el pabellón hay hormigas.

También mencionan falta de agua en un contexto de calor intenso sin ventiladores ni otro tipo de refrigeración lo que “hace insoportable la vida para toda la población”.

La violencia institucional dentro de la órbita del Servicio Penitenciario es otro tema recurrente en las denuncias. Según expresaron, son maltratadas “ante los reclamos de acceder a los más mínimos derechos: amenazan con informes que obstruyan nuestro derecho a las salidas transitorias, con traslados forzados y otros castigos que son moneda corriente”.

La violencia es extensiva a las visitas. “Les rompen los paquetes en la requisa y mezclan los alimentos con artículos de limpieza”, aseguran las internas que destacan el esfuerzo económico que hacen sus familiares para poder llevarles algo de comer.

“Los alimentos pierden la cadena de frío porque los paquetes ingresan a las 8.30 pero llegan al pabellón a las 16. Lácteos, milanesas, pollo y hamburguesas llegan rancios”, lamentan.

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Por último, las internas del pabellón maternal del complejo carcelario de  27 de Febrero al 7800 recordaron que estas y otras irregularidades relativas a la alimentación, la salud y los traslados fueron tratadas en dos habeas corpus colectivos en marzo y octubre de este año con lo que consiguieron algunas mejoras que no duraron nada:  “Mejoró la alimentación por 15 días, después volvimos a lo mismo. No se lograron cambios definitivos a nivel institucional”.

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