Un parapsicólogo imputado por una estafa millonaria con dos hermanos y su madre con discapacidad mental como víctimas, en la localidad cordobesa de Morteros, fue detenido en las últimas horas en la provincia de Tucumán.
El santiagueño Pedro Benjamín González, de 37, años se familiarizó con las supersticiones y la necesidad espiritual de creer en algo y comenzó a profesar el umbandismo, y luego llevó la práctica de la religión a diversos pueblos de las provincias de Córdoba, Buenos Aires, Neuquén y Santiago del Estero.
Fue así que conoció a dos hermanos en 2011 –quienes recientemente habían cobrado una millonaria herencia– y junto con un grupo de profesionales de Córdoba los estafó y se quedó con todas sus pertenencias, según la acusación.
Desde ese momento, se inició una investigación que terminó con la detención del pai, curandero o parapsicólogo santiagueño en la provincia de Tucumán, donde se sospecha que también cometió defraudaciones a diversos políticos y profesionales.
Según el diario La Voz, la Fiscalía de Morteros, que encabeza Alejandro Acuña, emitió un comunicado en el que informa que fue detenido en la ciudad de San Miguel de Tucumán el presunto parapsicólogo Pedro Benjamín González, quien se encontraba imputado por el delito de defraudación por circunvención de incapaces en perjuicio de Nelson Daniel Clemente, a quien a partir del año 2008, mediante engaños, lo despojó de una importante suma de dinero, según la imputación.
González era buscado desde el comienzo de esta investigación, habiéndose librado primero una solicitud de paradero, y ante el resultado negativo de esta medida, se ordenó su detención y captura, informó la Fiscalía.
Para ello se comisionó a un grupo de la Dirección de Investigación Operativa de Policía Judicial, quienes estuvieron tras los pasos de González por más de un año, realizando tareas en las provincias de Córdoba, Buenos Aires, Neuquén, Santiago del Estero y finalmente en Tucumán, donde cayó. González será alojado en el establecimiento penitenciario Nº 7 de San Francisco.
En el expediente están imputadas un total de 15 personas, entre ellos reconocidos profesionales de las localidades de Morteros y Brinkmann, como abogados, empresarios, escribanos, comerciantes y productores agropecuarios.
La historia de vida que dejó a González en el ojo de la tormenta se inició cuando Nelson Clemente, junto con su hermana Lucía y su madre, Liliana –quien sufre discapacidad mental– recibió una millonaria herencia por la muerte del padre de Nelson y Lucía, en 2008, indicó el Nuevo Diario Web de Santiago del Estero.
A los hermanos les correspondía ser dueños de un campo productivo de 150 hectáreas en Colonia Dos Hermanos, una confortable casa en un barrio residencial, un auto nuevo de alta gama y una cantidad de dinero en efectivo no precisada por la Justicia.
Según la acusación, la familia Clemente fue despojada rápidamente de sus riquezas por el pai González y pasó a sufrir una pobreza extrema.
Terminó comiendo en un comedor municipal y, en el caso de Nelson y su mamá, sobrevivieron en una casa precaria donde dormían en el mismo colchón, preparaban la comida en el lavatorio del baño, se duchaban sosteniendo una manguera y convivían con siete conejos que defecaban libremente sobre el colchón y la mesa donde ellos comían.
Por esos días, ambos sufrieron desnutrición: Lucía empezó a vivir en la calle, dormía en la plaza, quedó embarazada, tuvo un bebé y el hombre con el que después convivió la golpeaba. En esa relación violenta perdió a su bebé de un mes y 15 días de vida. La familia radicó la denuncia por estafa y se ordenó la detención de los sospechosos.
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