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Sospechoso

Cae por crimen en la zona norte

Un motociclista mató de un tiro a Araceli Ramos el viernes pasado cuando llegaba con su esposo al domicilio familiar de Zelaya al 1300. Ayer, el marido llamó a la Policía para que detuviera a un joven al que señaló como el homicida.


El viernes pasado, una mujer fue asesinada en un intento de robo cuando estacionaba su auto en la puerta de su casa de barrio Alberdi. Su marido, que se protegió de las balas detrás del vehículo, alcanzó a ver a uno de los dos motociclistas que abrió fuego mientras les exigía dinero. Anteayer, cinco días después del trágico episodio que le costó la vida a su esposa, Gerardo Ferroni, reconoció en la vía pública a un muchacho de 25 años y llamó a la Policía. Momentos después, efectivos de la seccional 10ª montaron un operativo cerrojo y detuvieron al sospechoso en la zona norte de la ciudad, quien quedó preso bajo acusación de homicidio.

El asesinato de Araceli Roxana Ramos, una comerciante de 43 años, tuvo lugar el 27 de junio pasado en Zelaya al 1300. Minutos antes de las 14, la mujer estacionó el Citroen C3 que conducía en la entrada de su garaje y abrió la puerta trasera para que salieran sus dos perros. Al mismo tiempo, su marido, de 44 años, descendió del vehículo y se dispuso a sacar unos paquetes de la parte trasera, cuando fue sorprendido por dos muchachos a bordo de una moto. El que viajaba de acompañante comenzó a gritarle: “Damelá, damelá” y abrió fuego, por lo que el hombre se refugió detrás del vehículo.

Sumida en una crisis de pánico, su esposa, comenzó a gritar e insultar a los ladrones para que se fueran, relató su marido. La respuesta fue un disparo que le atravesó el brazo hasta el cuello y le provocó la muerte minutos después. El ataque tuvo lugar a menos de 300 metros de la seccional 10ª y reanimó el reclamo de los vecinos ante reiterados hechos de inseguridad que aseguran sufrir a diario.

En la vía pública

Fuentes policiales dijeron que el hombre, el único testigo directo del homicidio, no alcanzó a ver la cara del conductor del rodado porque tenía un casco puesto, pero sí al joven que viajaba como acompañante, que actuó con la cara semicubierta por la capucha de un buzo.

Voceros de la investigación informaron que en la tarde de anteayer Gerardo reconoció en la vía pública al presunto agresor y no dudó en avisar a la seccional 10ª. Tras recibir la comunicación, los uniformados realizaron un operativo cerrojo que derivó en la detención de un joven de 25 años, identificado como Brian W., en inmediaciones de Baigorria y Molina, a unas 20 cuadras del lugar del ataque que resultó fatal.

El joven detenido quedó a disposición del fiscal Pablo Pintos, de la Unidad de Homicidios Dolosos, quien investiga el crimen con auxilio de la sección Homicidios de la UR II.

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