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Desastre aéreo

Cae avión de Malaysia Airlines y afirman que fue por un misil

Murieron las 295 personas que viajaban a bordo y las dos partes en conflicto en Ucrania se acusan por la tragedia.


Un avión de la aerolínea Malaysia Airlines con 295 personas a bordo se estrelló ayer en una zona del este de Ucrania controlada por separatistas prorrusos, y las dos partes en conflicto se acusaron de haberlo derribado con un misil.

Según informó el representante de la aerolínea, Huib Gorter, en el avión viajaban 154 holandeses, 27 australianos, 23 malasios, 11 indonesios, seis británicos, cuatro alemanes, cuatro belgas, tres filipinos y un canadiense. Además de 47 personas cuya nacionalidad intentaba determinarse.

El aparato, un Boeing 777 que efectuaba un vuelo entre Ámsterdam, en Holanda, y Kuala Lumpur, en Malasia, desapareció de los radares cuando volaba a 10 mil metros de altitud, y se estrelló cerca de la aldea de Grabove, en la región de Donetsk.

Periodistas de la AFP comprobaron la magnitud del desastre, sin hallar señales de que hubiera sobrevivientes, en coincidencia con testigos.

Cadáveres mutilados, maletas y pedazos del fuselaje destrozado estaban desperdigados en una vasta zona. Mientras que soldados de las fuerzas rebeldes prorrusas y bomberos estaban presentes en el lugar.

Los dirigentes separatistas anunciaron su intención de transportar los cuerpos de las víctimas a Donetsk y de enviar las “cajas negras”, que registran las incidencias del vuelo, a Moscú, en Rusia, para que sean examinadas allí.

Esta es la segunda catástrofe que golpea este año a Malaysia Airlines, después de la misteriosa desaparición en marzo del vuelo MH-370 Kuala Lumpur-Pekín con 239 personas a bordo, del que se carecen de noticias hasta ahora. En consecuencia, el gobierno de Malasia abrió una investigación para tratar de aclarar lo ocurrido.

Cruce de acusaciones

Los analistas de inteligencia norteamericana afirmaron que un misil tierra-aire derribó el avión y están revisando la información para determinar si fue disparado por separatistas prorrusos o por fuerzas del gobierno de Kiev.

Mientras que en Detroit, el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, expresó:
“Aparentemente, y digo aparentemente porque no tenemos todos los detalles aún, fue derribado. No fue un accidente, sino una explosión en el aire”.

El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, atribuyó la tragedia a un atentado “terrorista”, un término que las autoridades de Kiev emplean para referirse a los separatistas.

Según un tuit del portavoz oficial del mandatario, Svyatoslav Tsegolko, para Poroshenko, “este incidente no es una catástrofe, un acto terrorista”.

Poroshenko aseguró además que las fuerzas armadas ucranianas no habían realizado “disparos que hubiesen podido alcanzar objetivos en el aire”.

Por su parte, un asesor del ministerio ucraniano del Interior, Antón Gueraschenko, aseguró que el avión fue abatido por un misil Buk, “graciosamente ofrecido a los terroristas por (el presidente ruso, Vladimir) Putin”.

Los misiles tierra-aire Buk tienen un radio de 42 kilómetros y pueden alcanzar blancos a 25 kilómetros de altura. Un portavoz militar ucraniano, Andrey Lysenko, había afirmado a pocas horas de la caída del avión que los separatistas habían recibido ese tipo de armamento.

En cambio, los rebeldes prorrusos afirmaron que el Boeing había sido “atacado por un caza ucraniano” y que se trataba de “una provocación deliberada”.

Kiev acusa con un video

El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) difundió ayer una supuesta conversación en la que rebeldes pro rusos hablan del derribo del avión.

En el video subido por el SBU a YouTube, se escucha cómo uno de los supuestos comandantes insurgentes le informa a su superior sobre el derribo de un avión comercial en la región de Donetsk.

A la pregunta de si el aparato transporta armamento, uno de los rebeldes responde que solo “artículos civiles”.

En otra conversación, uno de los insurgentes informa a su superior que el avión “resultó ser civil” y añade que “hay un mar de cadáveres de mujeres y niños”.

“En la televisión señalan que se trata de un An-26, avión de transporte, pero que lleva escrito Malaysian Airlines ¿Qué hacía en territorio ucraniano?”, dice el insurgente.

Líderes mundiales reclaman una investigación para determinar las causas

Líderes mundiales manifestaron ayer su consternación por la caída del avión de pasajeros de Malaysia Airlines con 295 personas a bordo en el convulsionado este de Ucrania, y reclamaron que se abra urgente una investigación para dilucidar las inciertas circunstancias en las que se produjo el siniestro.

El premier malasio, Najib Razak, anunció una “investigación inmediata” poco después de conocerse que el Boeing 77 se estrelló en la región ucraniana de Donestk, escenario de combates entre tropas de Kiev y rebeldes prorrusos.

Enseguida, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ofreció asistencia al gobierno ucraniano para “determinar qué pasó y por qué” en el siniestro y agregó que dijo desconocer por el momento si había compatriotas suyos.

Obama aseguró además que su gobierno está en contacto con el ucraniano y ofreció “toda la asistencia que pueda para ayudar a determinar qué ocurrió y por qué”.

El mandatario norteamericano fue informado del siniestro por sus asesores y también por su par ruso, Vladimir Putin, quien le dijo que había “informes iniciales de un avión de pasajeros estrellado cerca de la frontera entre Rusia y Ucrania”.

El presidente de Rusia afirmó que “el gobierno en cuyo espacio aéreo sucedió es responsable por esta terrible tragedia”, en alusión a Ucrania. “Esta tragedia no habría pasado, si hubiera habido paz en esa tierra o si Kiev no hubiera reanudado las hostilidades en el sur y este ucraniano”, acusó Putin.

Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, se declaró “conmocionada” con el siniestro del avión y exigió una investigación “inmediata e independiente” de lo sucedido.

En tanto, el presidente de Francia, Francois Hollande, pidió en nombre de su país que se haga lo posible para aclarar las circunstancias de esta tragedia.

Otro que se expresó al respecto fue el primer ministro de Holanda, Mark Rutte, quien se dijo “profundamente conmocionado” y agregó que las circunstancias del accidente, en el que murieron al menos 154 compatriotas suyos, “no son claras”.

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