Ciudad

Buscan que el dominio web “.rosario” quede en el Estado

Por: Guillermo Correa. El Concejo pidió al Ejecutivo que estudie el tema. Pero sería un lujo: por 4 años, 250 mil dólares.

Haciendo mención a “la necesidad de seguir posicionando a Rosario como pionera en las nuevas tecnologías de información y comunicación”, el Concejo Municipal votó antes del receso invernal un proyecto del edil radical Jorge Boasso que encomienda al Departamento Ejecutivo adquirir el “dominio genérico de primer nivel” .rosario. El proyecto se basa en un sustancial golpe de timón por parte de la entidad que administra a nivel global el sistema de nombres de dominio, que inesperadamente resolvió alterar por completo las reglas que venía marcando. Así, de las 22 palabras o siglas que rigen actualmente a la izquierda de la identificación del país en toda dirección de internet –por ejemplo .gov o .gob si se trata de gobiernos, .org en caso de ONG, o el clásico .com cuando se trata de empresas– se resolvió pasar a admitir cualquier palabra en cualquier idioma, siempre y cuando haya alguien que pague por ella. Y allí es donde aparece precisamente el “.rosario”. El problema es que los precios que algunos rumores barajan –en rigor no hay datos oficiales aún– para el registro y manutención del nombre lo transforman en un lujo digital: si la próxima gestión de Mónica Fein en el Palacio de los Leones lo quisiera tener –y sólo hasta el día que entregue el mando en 2015– debería desembolsar algo así como un cuarto de millón de dólares. Y puede que más.

Un nombre de dominio es la dirección que se teclea en una computadora conectada a internet para acceder a toda página web desde un programa de navegación. Aunque en Occidente se escriba de izquierda a derecha, el nombre se lee en forma inversa. Así, primero aparecen las siglas del país –a la Argentina se le asignó .ar y a Brasil .br, por ejemplo, y entre ellos hay algunos comercialmente muy buscados como el dominio .cc de las australianas Islas Cocos– y después los que se llaman “dominios de nivel superior”. Estos partieron de una reducida lista inicial a la que se agregaron nuevos como .biz para organizaciones de negocios, .tv, .info, .int, .name, entre otros. Cuando no tienen el sufijo de país –Estados Unidos siempre prescindió de indentificar sus sitios como .com.us y a la par permitió que cualquier usuario del mundo –previo pago de inscripción y mantenimiento– registrara un dominio allí– son conocidos como “dominios de nivel superior globales”. Y cuando tienen el sufijo que indica localización nacional son conocidos como “dominios de nivel superior de código de país”.

Así, suman 22 los “globales” y junto los países suman unos 250 en total. Algunos países trazaron políticas distintas al común: España, por ejemplo, se restringió a sólo dominios .es y no dejó entrar a los .com, .org, y otros; en tanto, Inglaterra se diferenció y allí los dominios comerciales son .co.uk y los relacionados con el ámbito educativo .ac.uk, en lugar del universal .edu, por ejemplo.

Argentina siguió al común de los países y hasta incluso utilizó por una década y media el .gov para los dominios oficiales, pese a que corresponde a un apócope de una palabra inglesa, “goverment”. Recien en los últimos años comenzó el viraje a la castellanización, utilizando el .gob para identificar sitios de gobierno. Pero por ahora coexisten las direcciones .gov y .gob, que redirigen a la misma página web.

Hasta allí todo era más o menos comprensible. Pero de pronto, la entidad rectora del sistema, la ICANN –siglas en inglés de la Corporación para la Asignación de Números y Nombres en Internet– resolvió abrir los registros a un punto seguido por cualquier palabra. La decisión se tomó en junio, y ahora la ICANN trabaja en los protocolos para plasmar en la práctica la resolución, que no pocos analistas identifican con una operación de afán recaudatorio de la entidad global sin fines de lucro.

“Técnicamente es perfectamente viable, no hay que hacer nada más que actualizar servidores”, explicó el experto en seguridad informática Sebastián Criado ante una consulta de El Ciudadano.

Así las cosas, cumplido el paso técnico, cualquiera podrá registrar cualquier cosa como dominio de internet. Incluso –por qué no–también uno que se llame “.cualquiercosa”.

Claro está, para evitar una “ciberocupación” –de hecho los conflictos por superposición de nombres de dominio son tantos a nivel mundial que la ICANN tiene un departamento exclusivamente dedicado a la resolución de ese tipo de controversias– la entidad elabora un conjunto de protocolos que serán puestos a discusión en octubre, en la próxima “reunión pública especial –se realizan tres por año en distintas regiones del mundo– que está convocada para octubre en  Dakar, Senegal.

Pero de igual modo, lo que ya está anunciado es que el registro de los nuevos dominios se abrirá el 12 de enero de 2012, y se cerrará tres meses después, el 12 de abril. Y todo indica que ése será el plazo para que el Estado municipal –o algún grupo inversor privado o, por qué no, la intendencia de Rosario de la Frontera– registre como dominio el “.rosario”.

Eso sí: además de los protocolos que se elaborarán hasta la difusión previa a la operación –con los que se buscará despejar toda posibilidad de controversias ulteriores– la ICANN también discutirá el precio: aunque no hay información oficial alguna al respecto, grupos relacionados con los dimes y diretes de la administración de internet ya arriesgaron cifras. Y no son nada baratas: Cnet, un reconocido sitio que se dedica a la información tecnológica, barajó 185.000 dólares por registrar un nombre, y 25.000 dólares por año para mantenerlo.

Con esa cuenta, y suponiendo que el primer registro venga con un año de mantenimiento incluido, Mónica Fein debería desembolsar 260.000 dólares para que el Estado lo tenga a su nombre sólo hasta el 12 de enero de 2016, un mes y dos días después que finalice su primer mandato.

Peor, si el registro fuera eso y nada más, y el mantenimiento se pagara aparte, la cuenta daría 285.000 dólares. Y si bien son sólo rumores y los precios estarán siendo estudiados por la ICANN durante los próximos meses, nada indica que el ente los vaya a poner accesibles.

 

Comentarios