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Ghiraldo y Boedo

Búnker: una casa electrificada

El búnker está ubicado en la zona donde días atrás hubo una balacera detrás del club Defensores de América, que terminó con dos chicos de 7 años heridos en las piernas.


“Este búnker pasaba desapercibido desde afuera. Parece una casa común, pero está todo electrificado y por dentro tiene divisiones con rejas que son las medidas de seguridad”. Así describió el titular de Inteligencia Zona Sur de la Dirección General de Prevención y Control y de Adicciones (DGPCA), Alejandro Druetta, el búnker de Ghiraldo y Boedo donde ayer por la mañana incautaron 35 bochitas de cocaína y detuvieron a una joven que se encontraba vendiendo. Para los investigadores ese búnker es de una mujer apodada Tata, a quien no encontraron en el lugar. Y también el mismo búnker fue el punto de partida para la investigación que terminó con Delfín Zacarías detenido a fines de 2013 cocinando 300 kilos de cocaína en Funes.

Druetta contó a El Ciudadano que le sorprendió la casa, ya que por afuera es una vivienda como cualquiera del barrio. Sin embargo estaba toda electrificada: paredes, puertas y ventanas al punto tal que tuvieron que cortar la luz para poder ingresar. En el interior había rejas que separaban los espacios y había que atravesar varias de ellas para llegar a Mónica, de 27 años, que tenía 19 bochitas listas para la venta. Además, encontraron otra decena en la casa, planchas, nylon y precintos para los envoltorios.

El búnker está ubicado en la zona donde días atrás hubo una balacera detrás del club Defensores de América, que terminó con dos chicos de 7 años heridos en las piernas. Los vecinos la vincularon con disputas entre dos bandas rivales. Y el búnker de la Tata fue el blanco de los disparos. De todos modos Druetta destacó que el allanamiento fue el resultado de una investigación que lleva un año y que no tiene vinculación con los chicos baleados.

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