La cooperativa Mil Hojas fue el blanco de un robo durante la tarde de anteayer por parte de tres personas que violentaron una caja de seguridad y se alzaron con cerca de 180 mil pesos. Los intrusos, que fueron registrados por las cámaras de seguridad, vestían ropa de la empresa y aprovecharon un cambio de turno, concretando el robo en poco más de media hora. Ninguna puerta fue violentada y la alarma estaba desactivada, lo que hizo suponer a los investigadores que los asaltantes conocían el lugar y su funcionamiento.
La fábrica recuperada Mil Hojas funciona a través de una cooperativa de 15 socios, a los que se suman 30 trabajadores contratados. En sus instalaciones de Alsina al 1000 se da todo el proceso de producción: elaboración, empaquetado, distribución y venta al público. Por eso, durante la semana en el local hay personal prácticamente las 24 horas, salvo durante una pequeña franja entre las 17.30 y las 19.30, cuando cierra la atención al público y llegan los encargados de confeccionar los productos durante la noche y madrugada. Este breve lapso fue el que anteayer aprovecharon tres ladrones para alzarse con entre 150 y 180 mil pesos, guardados en una caja fuerte.
En diálogo con El Ciudadano, Omar Cáceres, presidente de la cooperativa, explicó que el martes a las 17.35 el personal de atención al público se retiró de las instalaciones y que a las 19.30 ingresaron los operarios que trabajan en la confección de los productos. Sin embargo, el faltante de dinero recién se notó cuando ingresó el turno de ayer a la mañana, es decir cuando abrieron las puertas del local de ventas.
La empresa funciona en una gran casa, en el frente se venden todos los productos alimenticios y al fondo se realiza la fabricación. Hay varios ingresos, uno de ellos está ubicado en un pasillo a dos casas del comercio y, según los investigadores, es el que habrían utilizado los ladrones para entrar a la fábrica. Según un pesquisa, la puerta que conecta este pasillo con el establecimiento de Mil Hojas estaba abierta.
Desde la Unidad de Investigación y Juicio, a cargo de las averiguaciones de lo ocurrido a través de la fiscal Valeria Haurigot, se informó que las cámaras de seguridad muestran que a las 18.20 tres hombres con gorras entraron al comercio. Uno tenía unos 60 años y los otros dos entre 30 y 40.
Fuentes policiales informaron que los intrusos vestían indumentaria de la empresa Mil Hojas y estuvieron unos 40 minutos dentro de la fábrica. Violentaron una caja fuerte pequeña ubicada en el sector de atención al público y se llevaron el dinero que había dentro, que el tesorero estimó entre 150 y 180 mil pesos. Además, revisaron todo el lugar pero hasta ayer la faltante denunciada era sólo la de la caja. Afuera, en la puerta del pasillo otro oficiaba de campana. A las 19 los cuatro se dieron a la fuga.
Para los pesquisas, el robo fue realizado por personas que conocían los movimientos de la empresa. Incluso los miembros de la cooperativa deslizaron esta hipótesis: “Es mucha casualidad que justo hayan entrado en esas dos horas que no hay nadie”.
En tanto, Omar sostuvo que el dinero robado estaba destinado al pago de los proveedores y equivale a unos 700 kilos de harina. Esta cantidad de materia prima se utiliza en unos diez días de producción de la fábrica.
La Cooperativa de Trabajo Mil Hojas es la fábrica recuperada en pie más antigua de la ciudad. Se dedica a la confección de pastas, masas de tartas, sándwiches y otros productos alimenticios derivados de la harina. Con la crisis de 2001, la empresa en manos privadas cerró sus puertas y empezó una larga lucha de sus empleados para no perder su fuente laboral. El 5 de mayo de 2003 el inmueble de Alsina 1030 se remató y fue comprado por los trabajadores: había pasado un año, 10 meses y 5 días desde que el juez Hernán Carrillo resolviera desapoderar a Mil Hojas de la SRL (que la había llevado al naufragio) y darle la posesión a la cooperativa.
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